De punta en blanco se presentaron los tres imputados de la familia Pinilla que ayer estaban citados a declarar en el Juzgado de La Almunia. Jorge, el mayor de los hijos de la alcaldesa, con una camisa blanca de La Martina, que en internet se vende a 140 euros. Antonio, el vástago menor, con otra del mismo color de Ralph Laurent que no baja de ochenta. Y Dolores, la hermana de la edila, también con camisa blanca, aunque sin marca visible.

Los Pinilla visten bien. Arreglá pero informal, que cantaba Martirio. O dioríssimos, el adjetivo que acuñó Francisco Umbral para referirse a la facción guapa de los que cortaban el bacalao en la España de los noventa, aquellos años de sobresalto continuo que tuvieron en un sinvivir a jueces y fiscales.

Los acompañantes no desentonaban. Víctor, el hermano mediano por edad pero el primero de los tres en ser imputado, lucía un polo de Hacket, la exclusiva casa inglesa cuyas únicas tiendas españolas se encuentran en Madrid y Barcelona, aunque también distribuye sus prendas El Corte Inglés. Sus polos no bajan de cuarenta libras y en ocasiones rondan las cien.

Mariví tampoco vestía de blanco. Llevaba una camiseta de La Martina, una marca que no vende las prendas de su línea oficial a menos de cuarenta dólares la unidad. Lo conjuntaba con unas gafas Ray-Ban y un vistoso reloj.

Los hijos de Mariví estuvieron acompañados en el juzgado por sus esposas y novias. También pasó por la plaza de La Paz el pequeño de la familia, el nieto que Víctor y su mujer le dieron a la alcaldesa y que aún no ha cumplido los dos años. A media mañana, su padre salió a fumar y aprovechó para sacarlo a pasear de la mano. Pisaba seguro con unas pequeñas zapatillas que llevaban impreso el anagrama de Nike.

Todos los miembros de la familia dijeron estar "tranquilos" cuando los periodistas les preguntaron en sus entradas y salidas del edificio judicial. No acababan de parecerlo otras personas que acompañaban a declarantes en otros procesos. Uno de ellos llegó a reprocharle a un redactor de una emisora de radio que le hiciera fotos. Algo más que difícil sin cámara.