El nombramiento del oscense Ricardo Oliván como consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia ha sido uno de los que más sorpresas ha causado. Y eso se debe a que quien está llamado a gestionar casi el 60% del presupuesto autonómico en áreas muy específicas y complejas proviene de un mundo completamente alejado al de la salud y los servicios sociales.

Ha primado su formación como licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales frente a otros perfiles más técnicos y concretos. Oliván ha sido concejal del Ayuntamiento de Huesca por el Partido Popular entre junio del 2007 y febrero del 2009. Con la llegada de Rudi a la presidencia del PP aragonés, Oliván entró a formar parte del comité ejecutivo del partido y también de su junta directiva regional.

En la actualidad, y desde 1989, es economista de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Provincia de Huesca. Es director general-secretario general de la Cámara de Comercio de Huesca (desde enero del 2009), secretario general del Consejo Regional de Cámara de Comercio (desde el 2009). En círculos económicos y sociales es muy conocido en la ciudad de Huesca, donde es frecuente su presencia en los foros de decisión.

A sus 51 años, es diputado autonómico en las Cortes de Aragón desde el pasado mes de junio, al igual que sus compañeros de Ejecutivo, Modesto Lobón, Roberto Bermúdez de Castro, Antonio Suárez y Dolores Serrat.