No ha habido sorpresas en el sector sanitario por la elección de un consejero con un perfil más económico que médico. Se esperaba un gestor, pero el nombre de Ricardo Oliván sí ha sido una sorpresa frente a otras quinielas que apostaban por alguno de los médicos que integran las filas populares.

El secretario general del sindicato médico en Aragón y portavoz de la coalición Cemsatse, que integra también a enfermería, Lorenzo Arracó, apuntó ayer que era "previsible" que Rudi escogiese a un economista, ya que es "coherente" con el discurso de la presidenta de incrementar la presencia del sector privado en la sanidad pública. El presidente del Colegio de Médicos de Zaragoza, Enrique de la Figuera, aseguró ayer que el colectivo está "a la expectativa" y esperó que Oliván se reúna "de un buen equipo técnico".

Por su parte, la secretaria general de Cocemfe, entidad que agrupa a los colectivos con discapacidad, Marta Valencia, expresó su preocupación porque los servicios sociales "se diluyan" al estar unidos a sanidad, aunque también apuntó que se puede aprovechar para "mejorar la coordinación". Y el presidente de la Unión de Consumidores, José Ángel Oliván, recordó que todavía se desconoce dónde se situará Consumo.

Fue menos sorprendente la elección de Dolores Serrat al frente de Educación y Universidad. "Tengo una opinión muy favorable tanto de Serrat como de Modesto Lobón (que liderará Innovación)", indicó el rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López. El presidente de Fapar, Juan Ballarín, indicó que no es hora todavía de valorar a Serrat y el responsable de la federación de padres católicos, Pedro Martínez, mostró su esperanza en que la consejera dé un papel protagonista a las familias.