Bruselas dio ayer el sí al corredor mediterráneo pero también a otros cuatro. La esperada decisión, aplaudida por partidos políticos y el tejido empresarial, despertó sin embargo algunos recelos en Cataluña. Tanto la Generalitat como el principal lobi ferroviario que ha luchado porque el eje del litoral tirara adelante, Ferrmed, advirtieron de que si el dinero que había aprobado la Comisión Europea para la Red Transeuropea de Transportes tenía que repartirse entre cinco se tendría que vigilar qué iba antes. "La propuesta es excesiva en cuanto a número de corredores", afirmó Ferrmed en un comunicado. "No me gusta tener que compartir los fondos europeos con otros corredores", subrayó el consejero de Territorio, Lluís Recoder. O sea, que la pugna sobre los ejes ferroviarios no está cerrada ni mucho menos. Horas más tarde, el president de la Generalitat, Artur Mas, fue más contemporaneizador, pero en el fondo de sus palabras se leía la misma suspicacia.

Y en la Comunidad Valencia la alegría tampoco se hizo esperar. El president de la Generalitat, Alberto Fabra, expresó su "certeza" de que el Corredor Mediterráneo es "el más rentable" de los corredores ferroviarios aprobados como prioritarios por la Comisión Europea, pues "de cada euro invertido, hay un retorno de dos".

En la misma línea que Cataluña y Valencia, el presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, expresó su satisfacción y "alegría" porque el nuevo Corredor Mediterráneo supondrá para las islas el abaratamiento en la exportación e importación de sus productos, así como una sustancial mejora de las conexiones del archipiélago con el continente. La aprobación del corredor supone el reconocimiento y "recompensa" a las cinco comunidades autónomas mediterráneas".