Una docena de días y media de averías. El tranvía de Zaragoza acumula seis incidencias distintas en dos semanas. A diferencia de los problemas continuados que sufrió el Urbos 3 en verano, esta vez no existe una "relación" entre unas y otras. Aunque, el tiempo en el que la prestación del servicio se ha visto interrumpida ha ido in crescendo.

Así lo aseguraron desde la empresa Los Tranvías. "No hay motivo para crear una alarma entre los usuarios". Alegan que no "existe relación entre una avería y otra". Para esta afirmación justifican que no es lo mismo que un día falle una puerta y otro los patines inferiores del convoy encargados de captar la energía en cada parada.

Además, "entre las seis incidencias también se contabilizan los accidentes" en los que nada tiene que ver el transporte. Esto es lo que pasó el sábado pasado cuando, tras chocar un coche con la cabina del convoy, el tranvía descarriló y el servicio tardó 15 horas en normalizarse en el inicio de la línea en Valdespartera.

La última avería del Urbos 3 se produjo a las 00.25 del lunes. "El convoy se paró en la parada de María Montessori por un problema en los raíles", explicaron desde la dirección. Por causas que se desconocen, había elementos acumulados en los raíles y el tranvía no pudo proseguir su camino. Desde la dirección aseguran que "no se está en un periodo grave" y no se va a realizar ningún estudio como sí ocurrió en verano cuando la avería se repitió en reiteradas ocasiones. Además, informan, que el sistema de protocolo se activa con la mayor brevedad para minimizar las molestias.