Que los centros sanitarios van desbordados con la realización de pruebas PCR y la comunicación de sus respectivos resultados y que las empresas se han ido adaptando a la situación sanitaria que se está viviendo, es toda una realidad, y el conjunto de ambas ha dado lugar a que Infinitia, se haya unido con Alegria-Activity Manufacturing para elaborar de manera conjunta unas unidades desarrolladas que se convierten en verdaderos laboratorios móviles.

Javier Sanz es el CEO de Infinitia y, aunque sabe que no fueron «los más rápidos en adaptarse a la situación», estuvieron desde el minuto uno dándole muchas vueltas hasta conseguir una idea que revolucionara la metodología de las PCR. «La idea surge porque la empresa Alegria se dedica a coger autobuses y diseñarlos para diferentes proyectos que tienen sus clientes», cuenta Sanz, que asegura que surgió como una idea «un poco loca» pero con mucho sentido.

Para ello, las unidades desarrolladas se convierten en verdaderos «laboratorios móviles» que se definen como puestos avanzados PCR para la detección del virus y su principal objetivo es poner a disposición de forma rápida una zona de análisis justo al lado del foco del problema. «Queremos ser un complemento a las pruebas que en la actualidad ya se realizan, no lo hemos ideado como un sustitutivo. Nuestra finalidad es ofrecer un plus donde nuestro valor añadido es la inmediatez de poder llegar al lugar en cuestión, evitando desplazamientos innecesarios por parte de los posibles afectados», indica Sanz.

Además, cada uno de los vehículos estará dotados del equipamiento necesario y de acuerdo a los requerimientos sanitarios y legales marcados desde el Ministerio de Sanidad, así como los requisitos exigidos desde el ejecutivo aragonés. Características y obligaciones indispensables para que el resultado de los exámenes a llevar a cabo disponga de validez.

De momento, estos laboratorios móviles aún no son reales pero Sanz ya se imagina varios escenarios posibles donde poder hacer uso de ellos y dar una respuesta rápida, eficaz y complementaria a las medidas existentes respecto a las PCR para detectar casos positivos de covid-19. «Se podrían instalar en el aeropuerto y así todos los pasajeros que vayan a subirse a un avión irían con un resultado hecho en ese mismo momento porque en tres horas se podrían tener», cuenta Sanz.

Otro de los escenarios posibles sería que empresas privadas, como aquellas que se dedican a la recolecta de fruta, contrataran dicho servicio para poder hacer PCR a todos sus temporeros y saber si alguno está infectado o no. «Desafortunadamente se prevé que la gripe va a empeorar la situación y por eso nosotros hemos empezado a establecer contacto con empresas privadas y entidades públicas para ver si alguien se lanza con el proyecto», cuenta Sanz, ansioso por ver que estos autobuses alivian a la sanidad