El circuito motociclista de Alcañiz es para el Bajo Aragón como las periódicas crecidas del Nilo para los egipcios: una gran fuente de riqueza. Los efectos del Gran Premio de Aragón de MotoGP se concentran un fin de semana de septiembre en el que se llegan a juntar más de 100.000 aficionados, pero el impacto de la instalación se deja en realidad sentir durante todo el año.

La celebración casi continua de pruebas de diferente tipo así como el uso para entrenamientos garantizan clientela en los alojamientos de la zona durante 270 y 300 días al año, según lo estudios realizados, que cifran entre 24 y 30 millones el dinero que se queda en el Bajo Aragón y comarcas limítrofes debido a su actividad.

Al año, según la dirección de Motorland, pasan por sus instalaciones de 280.000 personas y 18.000 pilotos y se llevan adelante más de 20 pruebas deportivas, entre las internacionales, nacionales y regionales.

"Una pieza fundamental"

«Para nosotros Motorland es una pieza fundamental», subraya Ignacio Urquizu, alcalde de Alcañiz. «Por la actividad que genera el MotoGP cuando se celebra y el dinero que deja no solo en la ciudad, sino en todo su entorno», explica. «Hay tanta afluencia que es toda la comarca la que se beneficia e incluso se expande mucho más allá, porque hay asistentes que buscan alojamiento en Morella, Tortosa y Zaragoza», agrega.

Es decir, a cien kilómetros a la redonda, porque la ciudad del Guadalope se queda pequeña con motivo de la organización del gran premio MotoGP. Si bien, este año, como consecuencia de las restricciones impuestas para frenar la expansión del coronavirus, todas las cifras de asistencia e ingresos han experimentado un acusado descenso de carácter coyuntural.

Además, insiste el regidor, parte de la actividad del circuito durante todo el año se debe al fin de semana de MotoGP «porque muchos equipos profesionales quieren venir a Alcañiz».

Una parte importante de esa clientela son equipos de MotoGP, además de los aficionados. Por otro lado, continúa el alcalde alcañizano, «es un escaparate mundial, pues ahora mismo no hay ningún evento en Aragón que congregue a decenas de miles de personas».

La marca Aragón

En realidad, sostiene, «se beneficia la marca Aragón de una apuesta estratégica como la de otros circuitos, ya sean Montmeló, Cheste o Jerez». «Es como un imán que atrae riqueza», resume.

Urquizu relativiza los ocho millones anuales de deuda que acumula Motorland, que lleva abierto once años. «Todos los circuitos de España registran pérdidas, y en el caso del de Alcañiz, el canon de MotoGP supone en torno a siete u ocho millones de euros», señala.

El hostelero Luis Soler, que regentó hasta fechas recientes el campin municipal de la ciudad así como varios negocios de restauración, considera asimismo que el circuito de motos es «clave» para Alcañiz y para varias comarcas limítrofes.

Soler no entra a valorar el motivo que ha llevado al ayuntamiento alcañizano a no suscribir las acciones que le corresponden en su calidad de socio de la empresa pública que dirige el complejo deportivo.

Desestacionalización

Pero considera que la corporación debería hacer todo lo que estuviera en su mano para cumplir el papel que le corresponde con el fin de que una inversión de tanta importancia para Aragón no pueda verse comprometida.

Desde su punto de vista, el hecho de que la rueda de entrenamientos, pruebas, jornadas, conferencias y reuniones de trabajo que giran en torno al complejo se extiendan a lo largo de prácticamente todo el año, es una muestra de los efectos positivos de la política desestacionalización en la actividad del sector servicios.