Su primer contacto con el balonmano empezó en el CPI La Jota con apenas 7 años. «Era una niña muy movida, había unas chicas más mayores que yo que iban a balonmano. Me dijeron que había una extraescolar que se juega con la mano. Nosotras pensábamos que era voleibol. Esa misma tarde fui, me apunté y hasta ahora sigo jugando», explica entre risas Marta Jaqués. Posteriormente, más compañeras de clase se apuntaron y acabaron practicándolo diariamente en su tiempo libre.

Jaqués explica que en el propio colegio había un club al que se apuntó cuando tuvo la edad permitida. «Nos daban una camiseta diferente, te sentías mayor», asegura la deportista. Jaqués remarca la importancia que tuvo Javier Sebastián en su comienzo en el mundo del balonmano y Jesús Sánchez, en la Jota. «Jesús me impulsó a recapacitar si yo quería enfocar mi vida al balonmano o si yo quería que el balonmano fuera una actividad como ocio, me cogió de la mano y me ayudó a decidir», recuerda.

Jaqués tuvo la difícil decisión de tener que elegir entre continuar con el balonmano como hobbie o apostar todo por el deporte de su vida. «No fue fácil, tenía 17 años, igual fue un poco prematuro. No obstante, no me arrepiento de las decisiones que he tomado, porque de haberlas tomado en otro momento, igual no habría vivido todo esto, la gente que he conocido, entrenadores...», remarca. De igual forma, la jugadora aragonesa disfruta de otras actividades que compagina con el balonmano. Entre ellas destaca el montañismo, nadar o relajarse en la playa. «Especialmente cuando estaba en Castellón, si tenía tiempo y podía me escapaba un poco a la playa», afirma.

De todas formas, la preparación en balonmano es muy exigente y necesitas estar dispuesto tanto físicamente como mentalmente. Como mínimo, el conjunto de Jaqués entrena 4 tardes semanales. «También podíamos ir los miércoles aunque fuera voluntario, las jugadoras que podían siempre acudían. Es cierto que las que veníamos fichadas teníamos mayor autoexigencia en este aspecto y hacíamos un par de sesiones por la mañana aparte de la del miércoles», declara.

Este año, el Gurpea Beti Onak ha ascendido a la Liga Guerreras Iberdrola, por lo que la exigencia y la competitividad serán mayores para la aragonesa, quien insiste que el primer año tras el ascenso es el más complicado. «Lo difícil es adaptarte a la categoría, las chicas son súper fuertes en comparación con las de División de Honor Plata. Llevan muchos años, algunas son internacionales, son jugadoras con tanto rodaje que hay que estar súper pendiente», aclara.

En ocasiones, Marta mira en perspectiva y se acuerda de cuando empezó. Sabe que puede ser el espejo de muchas niñas que sueñan con triunfar en el balonmano. Por ello, cree importante mantener los pies en el suelo. «A aquellas chicas que quieran hacer balonmano, deseo que tengan en mente que lo importante es estudiar. Es un juego, que no se nos vaya la cabeza. Te puedes lesionar y decir adiós a tu carrera. Además, en España no es un deporte que prime y vivir de él es más complicado de lo que pueda ser por ejemplo para un futbolista», explica.

Finalmente, opina que el balonmano femenino está creciendo en España. «La creación de una Liga intermedia va a hacer que esté más cotizado jugar en la primera categoría subiendo el nivel en la Liga», finaliza.