Si pasea por Gurrea de Gállego y escucha los acordes del mítico tema Mi carro, del fallecido Manolo Escobar, desconfíe: no se trata de un fan enfervorecido del cantante andaluz, sino de la megafonía municipal avisando de que algún intruso merodea por el pueblo. Es la iniciativa que el ayuntamiento activó, el pasado 4 de junio, para tratar de paliar la oleada de robos que estaban sufriendo, como otras muchas localidades de Aragón, sobre todo en explotaciones agrícolas.

La idea, anunciada en un bando firmado por el alcalde, Carlos Til, es sencilla: si algún vecino ve a alguien que le resulte sospechoso rondando por el municipio, da aviso al ayuntamiento y este pone los altavoces a funcionar a todo trapo. Por un lado, los ladrones, por muy fanáticos de la copla que sean, a buen seguro se escamarán. Por otro, los vecinos incrementarán la vigilancia sobre sus propiedades en la medida que puedan.

La iniciativa parece estar funcionando bien, ya que poco a poco se va extendiendo por los municipios aragoneses. Aunque hasta ahora era más propia del Bajo Aragón. De hecho, fue en La Puebla de Valverde donde surgió la idea, hace unos cuatro años. La iniciativa fue imitada, y ahora ha llegado a Huesca.

El aviso llega acompañado de la preceptiva llamada a la Guardia Civil, que si bien no puede detener a los merodeadores por las buenas, sí puede al menos identificarlos si presentan una actitud sospechosa. Lo cual basta para disuadirles, habitualmente.

El instituto armado implantó en varias provincias, entre ellas las tres aragonesas, los equipos de Robos en el Campo (Roca), especializados en este tipo de delincuencia, ante el incremento de los hurtos y asaltos. Al menos consiguieron reducir la formación de patrullas ciudadanas en los pueblos.