Las estaciones aragonesas han terminado la temporada 2013-2014 con 1.497.800 esquiadores, un 10% más que el año anterior, que han dejado en el territorio unos 150 millones de euros, 23 más que en la campaña precedente. Estos datos fueron facilitados ayer por el consejero de Economía y Empleo, Francisco Bono, y la directora general de Turismo, Elena Allué, en una rueda de prensa en la que resaltaron que el sector turístico aragonés vive un cambio de ciclo tras los buenos resultados logrados en las vacaciones de Semana Santa.

Las siete estaciones de esquí alpino, Astún, Cadanchu, Formigal, Cerler, Panticosa, Valdelinares y Javalambre, han estado abiertas una media de 144 días, frente a los 118 de la temporada pasada, y han creado 1.100 empleos directos y 12.000 indirectos. El 90% de los usuarios de las pistas son españoles, sobre todo procedentes de Madrid, País Vasco, Cataluña, Navarra y la Comunidad Valenciana, además de Aragón, de donde procede el 30% del total de esquiadores.

El otro 10% fueron esquiadores extranjeros, en su mayoría de Francia y Portugal, señaló la directora general de Turismo, Elena Allué, que destacó que estas cifras confirman que la nieve es una alternativa con un gran potencial para la economía aragonesa.

Para aumentar el flujo de turistas y de los resultados económicos habrá que realizar campañas de promoción e incrementar las pernoctaciones, una de los puntos más débiles del sector, con una oferta de nuevos paquetes específicos en la que es necesaria la colaboración publico-privada, según el consejero.

Los programas Aragón 2.0, Dormir en Aragón y Conquista el reino de la nieve van en ese sentido y sus resultados han sido positivos, ya que han conseguido de 17.100 pernoctaciones en los valles aragoneses desde noviembre del 2013 a la víspera de las vacaciones de Semana Santa.

Con Aragón 2.0 se vendieron 6.000 paquetes (forfaits y alojamientos). De El reino de la nieve (que incluye el desayuno) se compraron 3.500 paquetes, mientras que Dormir en Aragón generó 7.600 pernoctaciones.