Jonatan Witmar B. N., el joven de 26 años arrestado como supuesto autor del crimen de la maleta, trató de desvincularse del macabro hallazgo desde el primer momento. Según pudo saber este diario, fue él quien señaló ante la Policía Nacional que alquilaba para encuentros sexuales el piso de la calle Vía Verde número 1 de Zaragoza, llegando a espetar que «vaya regalito» le habían dejado alguno de esos usuarios.

Una coartada que trató de completar, añadiendo que le faltaba la ropa de cama, casualmente las que pertenecían a su habitación. De esta forma trató de explicar ante el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y la Policía Científica por qué dicha estancia presentaba un aspecto totalmente diferente al resto del domicilio, que estaba sucio y desordenado.

Aunque la sábanas no han sido halladas, como tampoco el objeto romo empleado para matar a golpes a J. M. V. R., sí apareció el cubrecolchón. Estaba empapado en sangre y fue empleado para envolver el cadáver desnudo de la víctima. Dentro de la maleta estaba toda la ropa de la víctima. De esta forma, el sospechoso habría tratado de evitar que algún resto biológico pudiera ser compatible con su ADN.

DESAPARICIÓN

La familia del fallecido denunció su desaparición una semana antes de que saltara a la luz este crimen, tal y como adelantó EL PERIÓDICO. Coincide con la última conexión del móvil de este madrileño de 48 años que se produjo el pasado sábado 15 de diciembre.

Un móvil que será analizado al igual que el de Jonatan Witmar B. N., ya que ambos se conocieron a través de la aplicación web Grindr, destinada principalmente al público gay que permite a sus usuarios geolocalizar y comunicarse con hombres y mujeres homosexuales y bisexuales.

Aunque la detención del supuesto responsable fue realizada en un corto espacio de tiempo, los investigadores tratan de indagar las circunstancias que rodean este crimen. La falta de colaboración del sospechoso dificulta las pesquisas que están siendo instruidas por el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala.

El ensañamiento que empleó en dar muerte a la víctima podría dar alguna pista sobre el perfil del criminal. La autopsia realizada al cadáver destaca un importante traumatismo craneal en la sien, que llegó a romperle el hueso del cráneo. El resto de golpes que recibió la víctima, más de una docena, a lo largo de la cabeza muestran la brutalidad de la agresión.

También se destaca que el cuerpo habría sido introducido en el interior de la maleta antes de que comenzara el proceso de rigor mortis. No presentaba una importante descomposición, puesto que la maleta pudo haber estado guardada en un armario situado en la terraza de la vivienda. La falta de luz y el frío de estos últimos días habría retrasado este proceso. Mientras continúa abierta la investigación, Jonatan Witmar B. N. se encuentra en el centro penitenciario de Zuera.