El Ayuntamiento de Botaya ha recurrido la resolución del Juzgado de Instrucción 2 de Jaca que ordenó el sobreseimiento libre y archivo de la denuncia por afecciones al manantial del que toma el agua de boca la población a causa de presuntas filtraciones de gasoil a los depósitos del Monasterio de San Juan de la Peña. Los hechos ocurrieron en agosto del 2002 y el pueblo tuvo que ser abastecido de agua por medio de camiones cisternas durante semanas.

El recurso, al que ha tenido acceso Efe , asegura que el informe de la Subdirección Provincial de Salud Pública de Huesca que valoraba la existencia de un riesgo "bajo o inexistente" para las personas derivado de las bajas concentraciones de combustible detectadas, no recogía los "alarmantes niveles" advertidos en un primer momento.

Sin embargo, el municipio de Botaya insta, además, a la apertura de un procedimiento por presunto delito ecológico derivado de la existencia de un "riesgo abstracto" que se habría consumado en el momento de llenarse los depósitos con agua con una concentración sin determinar de hidrocarburos.

IMPUGNACION El recurso ha sido impugnado a su vez por la representación legal de la Gestora de San Juan de la Peña, al entender que todos los informes aportados por los organismos competentes, Confederación Hidrográfica del Ebro y Gobierno aragonés descartan situaciones de riesgo para el núcleo de Botaya.

El escrito de impugnación reitera el informe de la Subdirección Provincial de Salud Pública de la DGA, que concluye: "Si hubo una exposición fue durante breve tiempo y en concentraciones bajas, por lo que estimamos que el riesgo fue muy bajo o inexistente".