La venta del solar municipal para construir un macrohospital en Zaragoza superará las previsiones superiores. Así de seguro se ha mostrado el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, que ha asegurado que hay una demanda significativa y que ya han sido varios los grupos sanitarios que han mostrado su interés para pujar por este suelo. Con un precio inicial de 15 millones, es más que posible que la competencia acabe elevando la cuantía que ingresarán finalmente las mermadas arcas municipales.

El alcalde ha hecho este anuncio minutos antes de que el pleno aprobase de forma definitiva la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) necesaria para recalificar los suelos. Y de que solo Vox apoyase este proyecto impulsado en tiempo récord.

La velocidad con la que se ha llevado a cabo todo el proceso administrativo, de por sí muy costoso, ha sido uno de los motivos de crítica de la oposición, ya que comenzó en abril y tres meses después está todo listo para que se redacten los pliegos de licitación. Básicamente le reprochan al concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, que para otros asuntos no se actúe tan rápido.

Las posiciones de las formaciones estaban claras, no era la primera vez que se trataba este expediente y una vez más las comparecencias se convirtieron en un debate sobre sanidad pública o privada. Pero si algo ha quedado claro es que las relaciones entre PP y Cs con el PSOE son cada vez más complicadas. De hecho, ha sido el concejal socialista, Horacio Royo, el que ha protagonizado los encontronazos con Azcón y Serrano.

RIFIRRAFE / Serrano ha vuelto a pedir «al grupo municipal del PSOE» que reflexionara. Esta apreciación la ha hecho porque, a su juicio, la formación en el ayuntamiento zaragozano no se comporta igual que el partido. Para demostrarlo se ha apoyado en mensajes del Ministro de Sanidad, Salvador Illa, que declaró que «había que compensar a la sanidad privada» por su colaboración durante los meses más duros de la pandemia. O de Javier Lambán, que «contrata las operaciones en la sanidad privada», para aligerar la lista de espera.

Para Royo el problema no radica en la sanidad privada sino en que «sea el ayuntamiento el que esté promoviendo un proyecto que deja fuera al 80% de la población (solo un 20% tiene seguro) porque no pueden permitírselo».

El encontronazo ha surgido cuando ha acusado a Serrano de no buscar el consenso. «Se creen que el PSOE es el perejil de los platos que cocinan con Vox porque les da apuro sacar los temas con la ultraderecha». Ante tal afirmación, el alcalde no ha dudado en responderle. Sin dar detalles, pero sí lanzando el dardo, ha tratado de ponerle en evidencia diciendo que «en aras de la prudencia, no voy a contar los negocios» y que iba a «obviar» el «precio» que puso para votar a favor de la recalificación.

Desde Podemos han vuelto a acusar a Serrano de poner en marcha «una operación especulativa» que lo único que pretende es hacer «un traje a medida» para que el grupo Quirón pueda ampliar su centro en la prolongación de Gómez Laguna con una pliego redactados ad hoc. El concejal de Urbanismo les respondió que esos pliegos no se habían ni comenzado a elaborar.

Por otro lazo, ZeC ha criticado que se «parasite» la sanidad con inversores privados, sobre todo tras quedar más que constatado que la pública necesita de más recursos.