El nuevo Ayuntamiento de Zaragoza, recién constituido, ha investido alcalde al popular Jorge Azcón, gracias a los ocho concejales de su grupo, los seis de Ciudadanos y los dos de Vox, que suman una mayoría alternativa al de la lista más votada, la del PSOE de Pilar Alegría, que cuenta con 10 concejales.

Azcón recupera así la alcaldía de la capital aragonesa para el PP después de 16 años consecutivos de gobiernos de izquierdas -12 del socialista Juan Alberto Belloch y los cuatro últimos de la mano de Pedro Santisteve, de Zaragoza en Común-, pese a conseguir su peor resultado desde 1991.

Ha conseguido los 16 votos de PP, Ciudadanos y Vox, mientras que la socialista Pilar Alegría ha recibido únicamente los 10 de su grupo, los dos ediles de Podemos-Equo han votado a Fernando Rivarés y los tres de Zaragoza en Común han votado en blanco.

Este viernes, a escasas 24 horas de la constitución de la nueva Corporación municipal, PP y Ciudadanos llegaron a un acuerdo al que solo le faltaban los imprescindibles dos votos de Vox, cuya dirección nacional llegó incluso a amagar con no apoyar al candidato popular, al no sentirse "concernidos" con dicho pacto, aunque finalmente el pacto global, a nivel nacional, al que han llegado los populares y la formación de ultraderecha ha hecho posible que Azcón se haga con el bastón de mando.

El recién elegido alcalde, visiblemente emocionado hasta el punto de que ha finalizado su discurso con la voz entrecortada, ha comenzado haciendo guiños a sus socios, aunque no ha aclarado la hipotética entrada de Vox en el Gobierno municipal y se ha limitado a ofrecer "diálogo" a su portavoz, Julio Calvo.

"Era nuestro deber atender ese mandato mayoritario que claramente reclamó un Gobierno municipal basado en un pacto de los partidos del centro-derecha", ha recalcado, y, aunque se ha comprometido a seguir las bases ideológicas pactadas, también ha expresado su voluntad de gobernar para el conjunto de los vecinos y con el interés general de la ciudad por encima de cualquier cosa.

Para ello contará con el referente de los dos alcaldes que ha tenido el PP en la capital aragonesa: Luisa Fernanda Rudi, por su "solvencia, rectitud y liderazgo", y el fallecido Pepe Atarés, por "la cercanía, el diálogo y la búsqueda constante de consensos".

Con esos dos ejemplos ha defendido dejar atrás los "conflictos estériles", "aparcar los gestos" y centrarse en la gestión, en prestar mejor y con más eficiencia los servicios públicos, para lo que ha tenido la mano a todos los grupos políticos.

Uno de los principales objetivos de Azcón será recomponer las deterioradas relaciones con el Gobierno de Aragón con independencia del color político que tenga los próximos cuatro años.

Entre los desafíos también estará colocar a la familia en el eje de las políticas sociales y por seguir combatiendo la violencia de género, a la que se ha referido con esta denominación y no con otras alternativas popularizadas en los últimos meses por Vox y algunos de sus socios.

Planes específicos de mejora de los servicios públicos, convertir a Zaragoza en un referente europeo de las "Smart Cities" o atraer empresas tecnológicas son otros de los compromisos del nuevo alcalde, que ha anunciado también que restituirá "a la mayor brevedad posible" la Unidad de Apoyo Operativo de la Policía Local (conocida como UAPO), suprimida y reconvertida el último año por Zaragoza en Común.

La atracción de talento, de inversión y de creación de empleo, ha continuado, ha sido "la gran asignatura suspensa de la izquierda" los últimos 16 años, para lo que ha recetado un marco fiscal favorable y una ordenanza de emprendedores.

Por último, Jorge Azcón, que ha concluido su discurso con el lema del exalcalde Atarés "por encima de todo, Zaragoza", ha instado a dejar atrás la crispación y a apostar por un gobierno transparente, que respete la ley y se aleje del clientelismo.

Antes de la votación, se ha constituido la mesa de edad, formada por Julio Calvo (Vox) y Cristina García (Ciudadanos), tras lo que han pasado los concejales a prometer -sobre la Constitución- o jurar -sobre los evangelios- sus cargos.

Los socialistas han optado por prometer usando la fórmula tradicional, mientras que los de PP y Ciudadanos han jurado mayoritariamente, con excepciones como las del popular Ángel Lorén o las de Carmen Herrarte y María Antoñanzas, ambas de Ciudadanos, que han prometido.

Ha prometido también el líder municipal de Vox, Julio Calvo, aunque añadiendo la coletilla "por España", mientras que los ediles de Zaragoza en Común y Podemos han utilizado toda una serie de variantes y añadidos, desde los "principios republicanos" y el "riguroso imperativo legal" de Alberto Cubero hasta la lucha contra los privilegios y una frase en aragonés de Fernando Rivarés.