Las brigadas del Ayuntamiento de Zaragoza no dieron abasto ayer para reparar los reventones de tuberías que se reprodujeron en la ciudad y que se sumaron a los que estaban pendientes de solventar. El día comenzó con una avería en dos puntos diferentes de la calle Menéndez Pelayo, que se produjo durante la noche y que dejó a varios vecinos sin agua durante horas. Por la tarde, un segundo reventón en Pedro María Ric afectó al suministro de varios edificios y obligó a cortar la circulación entre San Vicente Mártir y Camino de las Torres.

Por si fuera poco trabajo para los operarios, en su lista de tareas había trabajos pendientes del viernes en las calles La Paz y Río Jiloca. En este caso, según apuntaron desde el ayuntamiento, se trataba de una acometida particular en la que se había inundado un sótano.

La reparación en Menéndez Pelayo se realizó parcialmente. Los operarios no pudieron comenzar hasta pasadas las 12.00 horas ya que hubo que retirar con grúa varios coches que se encontraban estacionados en la zona, por lo que se demoró el inicio de las obras.

Cuando estaban en plena faena y faltaba uno de los dos puntos por arreglar, saltó un aviso con otra avería entre San Vicente Mártir y Camino de las Torres que urgía reparar ya que afectaba al tráfico rodado, que tuvo que ser cortado parcialmente durante horas.

El punto de la cañería pendiente de arreglar en Menéndez Pelayo se acometerá a lo largo del día de hoy, según indicaron desde el consistorio. También se retomarán el resto de trabajos todavía sin finalizar.

Por otro lado, el viernes por la tarde se restableció el suministro en Casetas. En este caso se produjo un reventón en las obras en una nave industrial del polígono El Águila de Utebo que afectó al municipio y a los barrios rurales zaragozanos de Garrapinillos y Casetas.

Las obras en una nave industrial acabaron por perforar la tubería de abastecimiento, pese a ser de hormigón y forrada de chapa. Ante la magnitud de la afección, que involucraba a 30.000 vecinos, fueron las brigadas municipales de Zaragoza quienes, por «responsabilidad», acudieron para responsabilizarse de la reparación, que teóricamente correspondería a los propietarios de la nave, según informaron desde el ayuntamiento.