PSOE y CHA ratificaron ayer en solitario la subida del autobús urbano para 1995, que salta por encima del IPC y dejará el billete sencillo en 75 céntimos, cinco más que en la actualidad. El Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó el incremento de precios con la abstención del PAR y el PP.
Las nuevas tarifas entrarán en vigor a partir del 1 de enero próximo. El billete sube un 7,1%, muy por encima del IPC, y también se permite un incremento de precio en los taxis del 6,5%. En cuanto al bono de diez viajes, muy utilizado por los usuarios del bus, el aumento será del 4%, de los 4,26 euros que vale ahora, pasará a un coste de 4,43 euros. Según los cálculos de equipo de Gobierno, la subida media del servicio del transporte urbano es de un 4,7%.
El concejal de Movilidad, Jesús Sarría, aseguró que la subida se acompañará de una serie de mejoras en el servicio, que se conocerán a principios de año.
En su intervención, Sarría recordó que la propuesta aprobada responde a los criterios acordados en el pleno municipal de aplicar el IPC interanual del transporte, lo que ha servido, apuntó, para ajustar las tarifas, que continúan entre las más bajas del país, y no disminuir la recaudación.
Anunció cambios estructurales en el sistema de transporte y la entrada en vigor del billete hora en las próximas semanas, además de los refuerzos que se van a aplicar en la línea 23.
La concejala del PAR, Elena Allué, justificó su abstención por estimar que la subida debería ir acompañada de mejoras del transporte público.
El concejal del PP Pedro Jato consideró que la subida "no es lógica", por la fuerte presión fiscal aprobada para 2005, y reclamó también mejoras en el transporte, además de un pan de calidad. El edil popular confió en que se pongan en marcha mejoras para que al menos el 50% de la población esté satisfecho con el transporte urbano, en alusión a una encuesta realizada por Ebrópolis según la cual el 89% por ciento de los usuarios exigían mejoras.
Por su parte, el responsable de IU en Zaragoza, José Manuel Alonso, intervino en el pleno para mostrar el desacuerdo de su partido con la subida del transporte público, que no debería rebasar, dijo, el IPC real.
