La vigesimosegunda edición de la conmemoración del Compromiso de Caspe concluyó ayer con buena acogida de un público que, a pesar del agobiante calor que castiga durante estos días a buena parte de la comunidad, no se desanimó y disfrutó de esta recreación histórica que devuelve al municipio zaragozano al año 1412.

Los actos, que se desarrollaron desde el viernes, culminaron ayer con la solemne misa de proclamación del nuevo rey aragonés con la que concluyó el Compromiso. Fue a las siete y media de la tarde, en la colegiata Santa María la Mayor, y en el acto participaron los coros de la ciudad de Caspe y del Auditorio de Zaragoza, bajo la dirección de Beatríz Barceló.

No fue el único acto que se desarrolló en el último día de esta recreación, sino que desfiles, varias farsas a lo largo del día, exhibiciones de combate medieval, talleres o visitas teatralizadas completaron un extenso programa en el que concluyó a las 21.00 horas con la farsa Las doncellas de Violante, interpretada por vecinos del barrio caspolino de San Roque.

Todo ello, complementado con otras propuestas de horario continuado como el mercado medieval, las bodegas, mesones y tabernas ambientadas en la época o el campamento recreacionista que se instaló en el municipio y que ha supuesto una de las novedades introducidas en la edición que concluyó ayer, como también lo fueron nuevas farsas o el juego del Cluedo del Compromiso, organizado por la oficina municipal de Turismo. Además, durante los tres días se desarrolló la a decimocuarta ruta medieval de tapas y tragos y la undécima muestra de escaparates ambientados en este periodo de gran relvancia histórica para la Corona de Aragón.

La jornada de ayer sucedió a la central, que se celebró el sábado y que incluyó el acto central de esta cita: el acuerdo para elegir un rey. Participaron más de 300 actores y reunió a un buen número de visitantes en el escenario original de este acontecimiento.

El Compromiso de Caspe recrea el encuentro en el que salió elegido monarca Fernando de Antequera, de la dinastía de los Trastámara, gracias al acuerdo que alcanzaron los reinos de Aragón y Valencia y el principado de Cataluña tras la muerte sin descendencia de Martín el Humano, en 1410. En este momento histórico desarrollado hace seis siglos, el rey elegido aspiró al trono junto a otras personalidades como Fadrique de Luna, Jaime II de Urgel, Juan de Prades y Luis de Anjou.