Las carreteras aragonesas vivieron ayer una terrible jornada que se saldó con cinco muertos y siete heridos en tres accidentes ocurridos en Mallén, Caldearenas y Magallón. Los fallecidos son cuatro jóvenes de 16, 25 y 28 años, y un camionero de 36.

El siniestro más grave se produjo poco antes de las 21.00 horas en el kilómetro 294,2 de la N-232, a la altura de Mallén. Según explicaron agentes de la Guardia Civil de Tráfico a este periódico, los primeros indicios apuntan que un camión que se dirigía hacia Logroño, matrícula 7293CCB, se cruzó, se salió de la calzada y volcó por causas que aún se están investigando, aunque "la lluvia pudo ser un factor importante".

Cuando el conductor, que dio negativo en el test de alcoholemia, perdió el control del vehículo, pudo golpear con su remolque a un segundo vehículo articulado que viajaba hacia Zaragoza --matrícula W2210X-- y que, fruto del impacto, también se quedó cruzado, con la cabina destrozada. Su chófer, D. A. P., vecino de Oviedo de 36 años, murió tras permanecer atrapado boca abajo.

Fue entonces cuando, al parecer, se produjo una nueva colisión, al embestir un camión --matrícula 3233CJG-- a una furgoneta Citroën Berlingo que marchaba detrás del primer fallecido. El joven que conducía el turismo, E. Z. S., de 28 años y residente en Zaragoza, y la copiloto, una joven de 25 años vecina de Tudela, murieron tras salir despedidos a unos ocho metros de distancia.

Un cuarto camión que viajaba desde León a Barcelona también se vio involucrado, aunque su conductor resultó ileso. La furgoneta impactó contra su vehículo, que apenas sufrió daños. "He sentido mucho miedo, aunque he podido frenar a tiempo. He visto cómo las luces volaban y cómo uno de los camiones y la furgoneta venían hacia mí. Incluso he tenido que cubrir con una manta a uno de los muertos", afirmó conmocionado a este diario. Al cierre de esta edición, sólo se sabía que otras tres personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron también bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza con dos camiones, tres ambulancias y dos UVI móviles, así como técnicos de Carreteras. Para evitar retenciones se creó un desvío por una pista paralela a la vía, que quedó llena de ruedas, piezas de maquinaria y paquetes. Los heridos fueron trasladados a hospitales de Zaragoza.

Por otra parte, en el accidente ocurrido en el alto de Monrepós, en el término municipal de Caldearenas, dos chicas de 16 años perdieron la vida y tres personas resultaron heridas graves tras una colisión frontolateral, que provocó el corte de los dos carriles de ascensión e importantes retenciones, ya que hubo que habilitar un paso alternativo.

El siniestro tuvo lugar a las 15.50 horas en el kilómetro 605 de la N-330 (Alicante-Francia). Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huesca explicaron que el choque se produjo entre un Renault 19, en el que viajaban las dos fallecidas, y un Opel Vectra, cuyo conductor y copiloto sufrieron graves heridas.

En el lugar se personaron agentes de Tráfico, bomberos y sanitarios de Sabiñánigo y personal del 112, que empleó un helicóptero que tuvo que aterrizar en la calzada. El principal damnificado fue el Renault 19, cuyos tres ocupantes quedaron atrapados. Por eso, uno de los trabajos prioritarios fue extraer del interior a las víctimas. El conductor resultó herido muy grave y fue evacuado en el helicóptero al hospital Clínico de Zaragoza, mientras que las dos chicas --P. G. M. y S. F. G.-- murieron en el acto, a pesar de que llevaban puesto el cinturón de seguridad.

Por su parte, el conductor del Opel Vectra sufrió heridas de menor gravedad, pero la mujer que lo acompañaba quedó en peor estado, por lo que una UVI móvil la llevó al hospital San Jorge de Huesca.

Además, un hombre de 47 años resultó herido muy grave en un accidente en la A-121, a la altura de Magallón, después de que su coche se saliera de la carretera. La víctima, F. M. R., es el titular del Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Vitoria. Fue trasladado al Clínico.