Desde que la planta de producción de pienso para el ganado y abono Abonlir se instaló hace un año y medio en las proximidades de Alera, los vecinos de esta pedanía de Sádaba apenas pueden dormir por las noches debido al intenso olor que proviene de la misma, según aseguran muchos de los afectados.

Este "desagradable olor" procede al parecer de la elaboración de los productos que realiza esta firma catalana. El estiércol --para los abonos-- y desechos cárnicos animales --para los piensos-- "al mezclarse y fermentar originan un olor nauseabundo que provoca diferentes reacciones entre los vecinos, por ejemplo vómitos", según explica el alcalde de Sádaba, Cecilio Cavero.

Además, este problema no sólo lo padecen los aleranos, sino que el olor llega incluso hasta Sádaba, municipio del que depende administrativamente la pedanía de Alera, y que está situada a 7 kilómetros de la fábrica. Por ello, cuando la empresa comenzó a funcionar el equipo municipal sadabense manifestó su malestar a los responsables de la firma, concretamente al gerente. "En un principio nos dijeron que iban a hacer lo posible para solucionarlo, pero hasta ahora no han hecho nada", comentó el primer edil de Sádaba.

CORTAR LA CARRETERA Tras estas primeras iniciativas fallidas, el ayuntamiento sadabense, acudió al Gobierno Navarro, ya que la fábrica se encuentra situada en esta comunidad, y gracias a su intercesión se consiguió que los horarios de la planta cambiaran, para que en lugar de trabajar durante el día lo hicieran por la noche. Pero aunque al principio los vecinos de Alera consideraron que la medida era suficiente, según apuntan algunos de ellos "ahora cada vez producen más cantidad de pienso y abonos y el olor se ha intensificado".

Los responsables municipales de Sádaba también mantuvieron conversaciones con el equipo de Gobierno del ayuntamiento de Carcastillo (Navarra), ya que la planta está dentro de su término municipal, pero según el alcalde, "no han hecho ni caso. Quizá porque la mayor parte de los trabajadores de Abonlir viven en esta localidad".

Según explicó Cavero, el siguiente paso "será ya extremo", "estamos dispuestos a tomar medidas de fuerza, tales como cortar la carretera que une Navarra y Aragón durante unos días, para que vean que vamos en serio" aseguró el primer edil. Una medida que apoyan decididamente los vecinos de Alera y Sádaba.