El Ayuntamiento de Zaragoza planea endeudarse a un plazo de 30 a 50 años mediante la emisión de bonos para afrontar inversiones multimillonarias como el metro ligero, la expo y otras grandes infraestructuras. Según anunció ayer el responsable de Economía del consistorio en una comisión extraordinaria de Hacienda, la previsión es salir a los mercados especializados en deuda pública a fin de año, o como mucho a principios del 2005. El consistorio pagaría intereses de 5% al 6% a los compradores de sus títulos de deuda.

El grupo del PP, que pidió la comparecencia de Lafuente para conocer los proyectos del Gobierno PSOE-CHA en materia económica, acogió con cautela esta información y pidió datos concretos sobre la cuantía del nuevo plan de endeudamiento y el listado de proyectos de inversión a los que se ligarán los bonos.

Ricardo Mur, portavoz económico del PP, señaló que la cantidad que baraja Economía puede ser de unos 300 millones de euros (50.000 millones de pesetas) y advirtió que los gastos financieros de una operación de esta envergadura --las comisiones que cobran los bancos que se ocupan de colocar los bonos en el mercado-- pueden llegar al 20% del total del dinero captado.

"Lafuente dice que es más barato --afirmó--, pero nosotros lo dudamos. Además de las altas comisiones, en este sistema pasa como en las hipotecas: si las pides a 30 años pagas una cuota más baja, pero al final acabas abonando una cantidad mucho mayor en intereses.

Para poder acceder a los mercados de bonos, el ayuntamiento precisa una evaluación económica externa, que ya se ha encargado. El Gobierno acaba de adjudicar una auditoría, ya anunciada, a la empresa Price Waterhouse.

Por un importe de 60.000 euros (diez millones de pesetas), la consultora realizará un diagnóstico de la situación económica municipal y diseñará escenarios financieros a tres años para lograr el reequilibrio presupuestario.

A pesar de las continuas quejas del Gobierno PSOE CHA por la situación económica heredada del PP, Lafuente espera que la calificación otorgada al consistorio sea lo suficientemente buena como para poder entrar en el sistema de bonos de deuda pública.

Según explicó el responsable de la Hacienda municipal, el consistorio utilizará también un nuevo sistema de colaboración entre entidades públicas y privadas para llevar a cabo el desarrollo de infraestructuras. Los ejemplos a seguir, señaló, pueden ser la financiación del metro de Valencia y de la feria de esta misma localidad, o la Ciudad Judicial de Barcelona.

La deuda pública y el sistema de sociedades mixtas permitirán financiar a muy largo plazo de las infraestructuras pendientes. "No tienen sentido --declaró Alberto Lafuente-- pagar en poco años una inversión cuya vida útil es de 50".