El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido no abrir expediente informativo a ninguno de los dos agentes de la Policía Local que fueron detenidos la semana pasada por la Nacional, a pesar incluso de que uno de ellos estuviera hasta dos días en dependencias policiales hasta que prestó declaración ante el juez. Fuentes oficiales del consistorio aseguraron que no se va a realizar de momento hasta que no haya una acusación formal contra ellos, para defender la presunción de inocencia de ambos funcionarios. "En el momento en que la haya, se valorará la decisión de abrirlo", añadieron.

Tal y como defendieron en esta misma investigación hace más de un año, el consistorio defiende que hay que dejar que la Policía Nacional y el juez actúen en este caso, y que mientras esté sub iudice no van a abrir una investigación paralela.

Mientras, la duda que ahora planea sobre la gestión municipal es la de aclarar cómo es posible que alguien consiga un certificado de arraigo falsificado, y cuál puede ser la intervención de dos agentes municipales en una tramitación en la que solo intervienen trabajadores sociales, en este caso desde el servicio de la Casa de las Culturas, que es donde la Policía Nacional ha puesto el foco con su investigación. Aún así, también hay que destacar que la única persona que ha sido llamada a declarar no ha pasado por el calabozo, como los policías locales que estuvieron uno y dos días cada uno.

Parece perder fuerza el indicio de que hubiera una manipulación de los datos del padrón desde la oficina municipal, ya que los únicos trámites que pueden hacerse fuera el ayuntamiento, a través de las juntas vecinales y de distrito, por ejemplo, solo son para expedir los volantes de empadronamiento, un documento cuya validez vence a los tres meses. Y cuya utilidad es tan limitada que nada tiene que ver con la de los certificados de arraigo que sí investiga la Policía Nacional.