El magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, Jerónimo Cano, mantiene cerradas tres boticas que fueron precintadas durante la operación Pharmakon, que investiga la presunta red de reventa y exportación ilegal de medicamentos en la que hay 25 imputados.

Concretamente, siguen clausuradas la de Alloza, un dispensario de Valdespartera y la farmacia de Violante Hungría. Los abogados de sus responsables, Enrique Trebolle, Carmen Cifuentes y Francisco Javier Acín, esperan que esta situación revierta en los próximos días, tras solicitarlo ante la Audiencia Provincial de Teruel.

El tribunal provincial permitió anteayer la reapertura de las boticas de Cariñena y la de Pablo Neruda, en la capital aragonesa.

También tiene permiso de reapertura el dispensario de Aguilón, si bien su titular es el único que sigue en prisión, ya que no puede pagar a la fianza de 100.000 euros que le han impuesto. Su abogada, Mercedes Octavio Toledo Sáez ha solicitado su excarcelación, señalando que el resto de imputados ya gozan de libertad sin pagar fianza.

La investigación comenzó después de que los inspectores de la DGA observaran irregularidades.