Cuatro meses después de que comenzará el curso escolar en Aragón, cuatro alumnos de una urbanización próxima a Utebo continúan sin disponer del servicio de autobús, pese a tenerlo reconocido, y son sus familias quienes cada mañana les trasladan en sus coches particulares hasta el instituto Pedro Cerrada. «Nos sentimos olvidados y nadie nos da una explicación ni tampoco una alternativa», confiesa a este diario el padre de uno de los estudiantes. El año pasado estos menores, que residen en la urbanización Setabia, situada entre los barrios rurales zaragozanos de Casetas y Garrapinillos, viajaban hasta el centro en un bus que sí accedía a la zona y que este curso se iba a volver a mantener.

Sin embargo, la sorpresa para estas familias llegó cuando se les comunicó que la ruta que utilizaban «estaba llena» con otros alumnos y entonces la alternativa pasaba por una línea en la que sus hijos permanecerían alrededor una hora dentro del autobús hasta llegar a clase. Dado este largo periodo de tiempo (en coche son 10 minutos de viaje), se descartó definitivamente. Y eso «fue el colmo» para las familias, que vieron cómo sus hijos (tres chicos y una chica) se quedaban sin ruta escolar.

SIN SOLUCIONES

«Al menos nos podrían haber ofrecido esa opción de estar más tiempo en el bus y ya nosotros decidíamos qué hacer, pero es que directamente no nos dieron opción. Y menos mal que entre los padres nos vamos turnando y organizando, pero hay días complicados por temas laborales donde hay que pedir permisos y avisar. Esta situación no tiene lógica», precisa una madre.

Las familias de estos menores llevan pidiendo soluciones desde que comenzara el curso e incluso han ido varias veces a hablar con la directora del instituto, a quien le han traslado la situación. «Nos consta que la dirección está al tanto y ha preguntado por la situación, pero al final siempre se nos dice que se está trabajando en ello y nos dan largas», aseguran.

Por su parte, fuentes del Departamento de Educación garantizaron a este diario que el Servicio Provincial de Zaragoza «está pendiente de este asunto» y «tiene previsto tomar una decisión la próxima semana», puntualizaron. Es decir, teniendo en cuenta la versión de la Administración, el problema debería quedar resuelto, o al menos con una alternativa a la falta de ruta escolar, antes del 19 de enero.

Respecto a los motivos de por qué estos estudiantes se han quedado sin transporte este curso, desde Educación precisaron que es un tema «de cumplimiento de pliegos y administrativo» que requiere, en todo caso, una modificación de la ruta. Al parecer, la empresa que gestionaba el servicio también ha sido cambiada.

Los padres confiaban en que antes de que terminara el 2019 la situación quedara zanjada. Mientras la respuesta llega, los alumnos quedan cada mañana en la parada donde debería detenerse el bus para ir hasta el instituto en algún coche familiar. Esta situación a veces resulta complicada para los padres por cuestiones laborales.

GASTOS DE SU BOLSILLO

«Hay días donde hay que avisar o pedir permiso para llegar un poco más tarde al trabajo. Tenemos suerte de que se nos acepte, pero podría darse la situación en la que no me lo permitieran y si laboralmente me perjudica, estaríamos en una situación grave», precisa una madre. «Yo he llegado a decir que si mi hijo no tiene medios no iba a ir a clase. No creo que todo el mundo pudiera soportar esta situación», añade un padre.

Los gastos en gasolina corren de su bolsillo y tampoco disponen de una ayuda para cubrir esta situación. Sin embargo, aseguran que la parte económica «es la que menos» les preocupa en estas circunstancias. «Lo que queremos es que la situación se revierta y el autobús vuelva a venir aquí. Nuestros hijos lo tienen reconocido y la falta de respuesta es una vergüenza. Son ya muchos meses sin ningún tipo de avance», lamentan.

ACCESOS NEFASTOS

La llegada a la urbanización Setabia no es sencilla. Las familias aseguran que la carretera, situada a las afueras de Casetas y próxima a Garrapinillos, es «estrecha, oscura, sin aceras y un peligro» para que sus hijos puedan ir a clase andando o en bicicleta, por ejemplo. «Es algo que no nos planteamos», dicen. «El recorrido es nefasto y los propios profesores lo han comprobado», aseguran los padres.

De hecho, varios docentes del instituto Pedro Cerrada visitaron recientemente el lugar y realizaron el recorrido que cada día tienen que hacer estos cuatro alumnos. «Ya se dieron cuenta de que es imposible que nuestros hijos acudan andando al centro. Es una zona no iluminada y peligrosa. Ellos mismos vieron que no era adecuado», insistieron.

En la urbanización zaragozana hay una parada de autobús, donde desde hace décadas venían deteniéndose hasta dos rutas escolares para llevar a los centros educativos a los jóvenes residentes en las viviendas de Setabia. «Llevo viviendo aquí 20 años y siempre ha habido dos autobuses», insistió una madre, que volvió a resaltar la «buena voluntad» de las familias para «parchear» esta situación que, en cualquier caso, no es su culpa.