El Ministerio de Defensa insiste en realizar las pruebas de ADN a los familiares de las víctimas del Yak-42 por correo diplomático, a pesar del deseo de los allegados de viajar a Turquía. En una nota enviada a los afectados por la tragedia --y que no firma el secretario general de Política de Defensa, Javier Jiménez-Ugarte--, el ministerio reconoce la existencia de muestras de tejido de los fallecidos en el Instituto Anatómico Forense de Estambul y asegura una vez más que "no es preciso que los familiares se desplacen" a Turquía.

Eso sí, por primera vez Defensa cita a Turquía para apoyar su postura y establece una serie de trámites burocráticos que alargarían los exámenes. "Tal y como refieren las autoridades del Instituto Anatómico Forense, no es preciso que los familiares se desplacen a Estambul, ya que con tres gotas de sangre remitidas en papel TFA es suficiente para realizar el contraste de perfiles de ADN", explica la misiva, fechada el 26 de marzo.

Asimismo, la carta informa que para realizar las pruebas, el instituto necesita a través del Ministerio de Asuntos Exteriores turco instrucciones expresas para dar el paso y que deben ser remitidas por su propio Ministerio de Justicia. Y añade que antes de iniciar el proceso, los interesados deben escribir un "consentimiento informado".

Además, el ministerio dirigido todavía por Federico Trillo señala que una vez recibidas las declaraciones de los familiares, las tramitaría a través del Ministerio de Asuntos Exteriores español para que Turquía diera luz verde a los exámenes.

Y además, las familias nunca tendrían acceso de primera mano a los resultados de las pruebas, ya que se remitidas a España, para que Exteriores las entregara a los afectados.

Algunas familias mostraron su indignación y subrayaron que esa carta "refleja el deseo de Defensa de controlar las pruebas en todo momento y de volvernos locos con trabas burocráticas".