El Ministerio de Defensa dirigido por Federico Trillo pidió expresamente a la OTAN que los 62 militares fallecidos en el accidente aéreo de Turquía, ocurrido el 26 de mayo del 2003, viajaran en un Yak-42. Una manera de ahorrar costes, ya que inicialmente se había solicitado un avión más caro, concretamente un Tupolev 154.

Así consta en una carta remitida por Defensa a la agencia de la OTAN Namsa, encargada de la contratación del vuelo y que está fechada el 28 de abril del 2003 --casi un mes antes de la tragedia--. Según la Cadena Ser , la misiva está firmada por un comandante de Estado Mayor y en ella se recoge el calendario de los viajes a Afganistán y a Kuwait. El documento es contundente: "Requerimos un Yak-42 para el 25 de mayo que haga la ruta Torrejón--Zaragoza--Kabul--Manás (Kirguizistán)--Zaragoza--Torrejón. Por favor -añade- cambien el tipo de aeronave de un Tupolev-154 a un Yak-42".

De esta carta se extraen dos conclusiones. Por un lado, expertos aeronáuticos afirmaron que los 149.000 euros que el ministerio pagó por el vuelo del Yak-42 de la compañía ucraniana UM Air estaban muy por debajo de la cantidad que hay que abonar en caso de fletar un Tupolev 154. Ahora bien, un portavoz de la OTAN aseguró ayer que la Alianza Atlántica "desconoce" las razones de la sustitución.

Pero, además, deja bien claro que el plan de vuelo se modificó por completo sin ninguna explicación al respecto, ya que no establecía en ningún momento la realización de una escala en Trabzon (Turquía), justo el lugar donde se estrelló el avión. Unicamente se refería a la escala de Manás, donde el Ejército del Aire contaba con un destacamento y que en principio debía ser la última parada antes de regresar a España, ya que era el lugar indicado para repostar.

CONTRADICCION Los datos que aporta la carta contradicen de plano los ofrecidos por Defensa en una auditoría de diciembre del 2003 que ordenó entonces Trillo. El informe dice que fue Namsa la que "remitió la propuesta de viajar en un Yakovlev 42" y que el Estado Mayor Conjunto se limitó a aprobar, posteriormente, el programa de vuelo y el precio.

Ayer, la reacción del anterior equipo de Defensa fue inmediata. Fuentes del antiguo departamento responsabilizaron directamente de estos hechos al Estado Mayor Conjunto (EMACON) al señalar a Europa Press que la elección de la aeronave era "una competencia técnica, exclusiva del Estado Mayor de la Defensa".

"La decisión correspondía al Estado Mayor de la Defensa, y dentro de él, al jefe del Estado Mayor Conjunto, que es el órgano responsable de más de 40 contratos y de otros vuelos anteriores", indicaron dichas fuentes.