En la capital aragonesa están más que fichados porque a sus espaldas tienen una docena de detenciones por robos en establecimientos comerciales y hosteleros. Siempre van cuatro, pero esta vez uno de ellos falló en el plan previsto: ir a la ciudad alicantina de Benidorm a robar empleando el método del alcantarillazo. Un viaje que ha acabado en la cárcel, después de ser detenidos.

Los sospechosos. identificados como D. A. V., de 18 años y de origen rumano; T. C., de 19 años y compatriota del anterior, y B. A. M. C., de 18 años y de origen español, fueron identificados tras ser reconocidos por una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional que les había sancionado la noche del robo por estar en la calle durante el toque de queda y por haberse saltado el cierre perimetral. Posteriormente a la detención los agentes pudieron esclarecer otros dos robos cometidos en viviendas de Zaragoza gracias al cotejo del ADN de los arrestados con un informe de la Policía Científica.

El suceso ocurrió el pasado fin de semana en Benidorm. Unos ladrones encapuchados, con guantes y mascarillas para ocultar su identidad accedieron de madrugada a dos supermercados tras fracturar un cristal de los establecimientos con una tapa de alcantarilla. Los asaltantes de los comercios de alimentación sustrajeron 900 euros en efectivo y botellas de alcohol.

El Grupo III de Policía Judicial de Benidorm inició las pesquisas y analizaron las grabaciones de los establecimientos asaltados. Los ladrones fueron rápidamente identificados después del visionado de las imágenes. Los investigadores realizaron gestiones y localizaron a los asaltantes en unos apartamentos turísticos de Benidorm donde se habían alojado. Los tres fueron detenidos y tras pasar a disposición judicial se acordó su ingreso en prisión.

Uno de los últimos arrestos en la capital aragonesa se produjo a finales del año pasado ras un robo con fuerza en un establecimiento comercial de la avenida Puerta Sancho de Zaragoza. Los hechos ocurrieron a las 2 de la madrugada, cuando un vecino de la zona, tras escuchar un fuerte golpe, observó como un local comercial había sido violentado y a tres varones con actitud vigilante en su exterior. Instantes después un cuarto joven salió del interior del establecimiento, huyendo todos ellos en dirección a la avenida Pablo Gargallo.

Rápidamente dos indicativos de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón se personaron en el lugar, observando en la citada calle a los cuatro presuntos autores, quienes fueron alcanzados. Tras realizarles un cacheo superficial de seguridad, en el que se encontraron más de 1.000 euros en efectivo.

Dos de ellos, según informó entonces la Jefatura Superior de Policía de Aragón, habían protagonizado un total de siete asaltos en cuatro meses, firmando los tres últimos en menos de una semana. Fueron puestos a disposición judicial, siendo puestos en libertad. En otra ocasión, el Cuerpo Nacional de Policía les detuvo in fraganti en el intento de robo en un comercio y vieron que las bicicletas que llevaban para desplazarse eran también sustraídas.