Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza han detenido a un sospechoso como presunto autor de la brutal paliza que le costó la vida a un ciudadano de origen vasco, de 35 años, afincado en Pina. Pedro L. J. C. murió el domingo en la UCI del Clínico de la capital aragonesa, donde estuvo ingresado desde el pasado martes, cuando fue encontrado agonizante en su domicilio de Pina, atado de pies y manos, con una profunda herida en la cabeza y casi desangrado.

Al cierre de esta edición, el sospechoso aún no había pasado a disposición judicial y al parecer todavía era interrogado por los responsables de la investigación. Los agentes, como explicó este diario en su edición de ayer, tenían identificado al presunto autor de los hechos al menos desde el lunes, pocas horas después del fallecimiento del joven.

El móvil del crimen todavía está por esclarecer y no se descarta ninguna hipótesis, incluida de origen sexual. Los investigadores encontraron en el domicilio de Pedro L. J. C. efectos que podían pertenecer al sospechoso. Asimismo, el grupo de Policía Científica analizó diversas huellas y restos orgánicos hallados en la vivienda del fallecido el martes 20.

Todas estas pistas condujeron a identificar como presunto autor del crimen a un joven allegado a la víctima. En el domicilio de Pina donde se produjo la brutal paliza apenas había signos de violencia, aunque sí restos de sangre por distintos sitios de la casa. Pedro L. J. C, que fue enterrado el lunes en Lazkao (Guipúzcoa), trabajaba en la fábrica Arruabarrena y estaba afincado en Pina desde hace una década.