El informe Sespas (Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria) cifró la cifra de fallecidos en Zaragoza por el impacto de la ola de calor del verano del 2003 en 168 más que las del 2002. No obstante, la DGA --que sólo reconoció siete muertos por las altas temperaturas, seis en Zaragoza-- puntualizó que este dato no supera el valor de lo significativo.