Una comunidad de vecinos de Calatayud, situada en el número 2 de la calle Barrera, ha esperado dos años el cobro de una subvención concedida por la Diputación General de Aragón para la rehabilitación del edificio. La Subdirección Provincial de Vivienda de Zaragoza resolvió el pasado mes de agosto proceder a la tramitación del pago de la subvención, tras una serie de quejas presentadas por los afectados ante el Justicia de Aragón.

"Se trata de una situación muy desagradable", señaló ayer Víctor Ruiz de Diego, abogado de la comunidad, que señaló que la tardanza de la Administración ha provocado tensiones entre el constructor responsable de la obra y la propia comunidad de vecinos, que se acogió a los planes del Gobierno de Aragón para la recuperación de edificios de viviendas en los cascos antiguos de las ciudades.

El problema se remonta al mes de abril del año 2012, cuando los vecinos del edificio presentaron una solicitud de subvención que recibió respuesta al cabo de pocos días en el sentido de que se concedía una subvención de 48.000 euros, el 60% del coste total de los trabajos, que era de 83.219 euros.

DISPONIBILIDAD Los afectados, al ver que el tiempo pasaba y que, una vez realizada la obra, no recibían la prometida ayuda oficial, recurrieron al Justicia de Aragón. Esta institución examinó el expediente y resolvió finalmente archivar la queja con la explicación de que, como había manifestado la Administración concernida, "las subvenciones se van abonando según disponibilidad presupuestaria y por riguroso orden cronológico de entrada" en el correspondiente organismo oficial.

Los perjudicados son las cuatro familias residentes en el inmueble, que ahora, más de dos años después de iniciado el procedimiento, celebran la última resolución de la Subdirección Provincial de Vivienda de Zaragoza en el sentido de que percibirán la subvención con la que podrán pagar al constructor que ejecutó los trabajos.

Se da la circunstancia de que la ayuda forma parte de un plan de la Diputación General de Aragón para facilitar la repoblación de los cascos antiguos mediante la mejora de los edificios más viejos, con la instalación de ascensores y otras actuaciones tendentes a aumentar el bienestar de los residentes.