Más vigilancia, mayor prevención y menos accidentes. Esa es la premisa de los diez agentes para la Protección de la Naturaleza (APNs) que inician cada verano, a primeros de julio, su labor de control e información en el interior de los barrancos del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, en la provincia de Huesca.

Por tercer año consecutivo, estos especialistas, que el verano pasado realizaron 9 servicios de vigilancia, controlarán, entre otras cosas, la entrada de los grupos en los barrancos para asegurarse de que se cumplen los ratios para evitar todo atisbo de masificación en los descensos, así como la asistencia en caso de accidentes.

"Cuando se convocó el curso se presentó bastante gente y hubo que realizar una selección. Al final, quedamos diez, ocho hombres y dos mujeres. El curso lo impartieron dos monitores de la Federación Aragonesa de Montañismo y aprendimos, entre otras cosas, el manejo de las cuerdas y el comportamiento en el agua, e incluso hicimos algunas prácticas relacionadas con el descenso de estos barrancos", recuerda Javier Navas, APN de la zona de Sabiñánigo y portavoz del grupo en Guara.

Buen comportamiento

"La mayor parte de los visitantes tiene un comportamiento adecuado. Son personas que llegan a un destino que han elegido por afición y que, en su mayoría, tienen conocimientos sobre el medio en el que van a realizar la actividad", añade. Los agentes de protección de la naturaleza que realizan este servicio cumplen la jornada en grupos de cuatro. "En el interior de los barrancos, si se produce algún accidente, alguien tiene que ir a buscar ayuda y alguien tiene que trasladar o cuidar del herido", explican los especialistas.

La experiencia está siendo "positiva" y los agentes abogan por ampliar el número de compañeros que puedan realizar el curso y, consiguientemente, ampliar el periodo de actuación. "Se podría iniciar la vigilancia en junio y prolongarla a septiembre", añaden.