Los representantes del obispado de Lérida reconocieron ayer, en el acto de conciliación celebrado en los juzgados de la ciudad catalana, que los 112 bienes eclesiásticos reclamados por la diócesis de Barbastro-Monzón son propiedad de las parroquias aragonesas que los reclaman. Sin embargo, precisaron que no podían entregarlos debido a que se hallan en poder del Consorcio del Museo de Lérida, que no se los ha facilitado.

De forma que el obispado oscense no tendrá más remedio que acudir a la vía civil para reclamar la devolución de los objetos de arte sacro, tal y como señaló el abogado Joaquín Guerrero, que defiende los intereses de la diócesis de Barbastro-Monzón.

Este camino puede convertirse en un laberinto para los intereses aragoneses, dado que el asunto se dirimirá en la Justicia catalana, según señaló ayer Jorge F. Español, letrado que defiende al pueblo de Villanueva de Sijena en su reclamación de los bienes del antiguo cenobio monegrino. En su opinión, haber abandonado la vía eclesiástica, donde Aragón ha ganado tres pleitos, es una acción «suicida».

Las cosas se complicarán más todavía si se tiene en cuenta que el Consorcio del Museo de Lérida está compuesto por representantes de la Generalitat, la diputación provincial, el ayuntamiento y el obispado, según señaló Guerrero, que se refirió a posibles cambios en el Gobierno autonómico como consecuencia del periodo electoral abierto con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

CATÁLOGO // El principal argumento de la Generalitat, que nunca ha estado por facilitar la labor de repatriación del patrimonio aragonés, es que los bienes reclamados forman parte de su catálogo, una operación que realizó a finales de los años 90 y a la que el Gobierno de Aragón replicó haciendo lo propio. Además, los obispados de Huesca y de Barbastro-Monzón recurrieron a la jurisdicción contencioso-administrativa para que se diera marcha atrás al citado trámite, lo que no dio resultado.

Por otro lado, la DGA ha ofrecido en varias ocasiones al obispado de Barbastro-Monzón la posibilidad de que renuncie temporalmente a los bienes reclamados, en beneficio del Gobierno autonómico, con el fin de que sea este el que lleve el peso del proceso en los tribunales.

OTRA VÍA // Sin embargo, en septiembre del 2015, en el curso de una visita al Museo Diocesano de Barbastro, el presidente de Aragón, Javier Lambán, explicó al obispo, Ángel Pérez Pueyo, que su Gobierno renunciaba expresamente a la vía de la cesión temporal de los derechos de propiedad sobre los bienes.

Por su parte, el propio obispo se mostró contrario en aquella ocasión a reiniciar por otra vía un pleito que su diócesis ya ganó ante el propio Vaticano.

Lambán se comprometió en aquella visita a activar la vía diplomática, recurriendo al Ministerio de Asuntos Exteriores par que recordara al Vaticano la necesidad de ejecutar la sentencia que dictó, una fórmula que tampoco ha dado resultado.