El antiguo restaurante Sella, en Villanueva de Gállego, tendrá una segunda vida. El empresario aragonés, Fernando Samper, impulsor de Forestalia -nuevo gigante del sector de las renovables en España- ha adquirido los más de 30.000 metros cuadrados de este emblemático complejo que se convirtió durante medio siglo en uno de los grandes referentes de la hostelería aragonesa. La operación se cerró hace poco más de dos meses, según ha podido saber este diario, gracias al acuerdo alcanzado entre Samper y los cuatro bancos que se adjudicaron los activos del Sella tras su cierre, en julio del 2013. El importe de esta transacción no ha trascendido, aunque los activos del restaurante superaban los ocho millones de euros poco antes de dar cerrojazo, hace tan solo un lustro.

El dueño de Forestalia quiere impulsar en los antiguos salones del Sella un nuevo macrocomplejo cuya actividad se centrará en la celebración de eventos (bodas, bautizos y comuniones, entre otros). En concreto, la idea es poner en marcha tres villas (fincas), de 10.000 metros cuadrados cada una, en las que el protagonista será la restauración. No obstante, fuentes cercanas al nuevo proyecto manifestaron que la iniciativa contempla también la construcción de varias suites para novios y «alguna que otra sorpresa» que decidieron no desvelar. En este sentido, incidieron en que el macrocomplejo también contará con «algo totalmente diferente» a lo que rodea el mundo de la celebración de bodas.

El objetivo es que las tres villas vean la luz durante los primeros meses del 2019, de forma que puedan inaugurarse antes de la primavera del próximo año, coincidiendo con la temporada alta de celebraciones. Antes, el propio Samper tendrá que crear una nueva sociedad ad hoc y cerrar un acuerdo con al Ayuntamiento de Villanueva de Gállego para que el proyecto sea una realidad.

Fuentes del consistorio consultadas por este diario, apuntaron que el plan se encuentra en estudio y análisis por parte de los arquitectos municipales, aunque subrayaron que el fin último será que el antiguo Sella pueda ver la luz en el corto plazo. En un principio, los planes pasaban por llevar a cabo la apertura este mismo año, pero algunos problemas surgidos durante el proceso ha retrasado la fecha de estreno, al menos, un año.

UN LUSTRO EN EL OLVIDO

El Sella cerró sus puertas el 1 de julio del 2013 después de que la familia Rodríguez Teresa, propietaria del complejo, presentase un concurso voluntario de acreedores unos meses antes de la clausura. La crisis económica y los efectos de la misma en el consumo provocó un descenso en la contratación de este tipo de eventos, pero también una reducción de los gastos por parte de los potenciales clientes. De esta forma, el Sella se quedó grande para afrontar una recesión tan dura y profunda.

En sus últimos cuatro años de vida, el restaurante vio caer su facturación a menos de la mitad, lo que obligó a sus antiguos dueños a adaptarse al mercado actual y a ajustar su plantilla permanente de 48 a 21 personas.

Esta coyuntura negativa provocó que el negocio terminase con una deuda de 2,5 millones de euros, contraída entonces con Ibercaja, CAI, Bantierra y La Caixa, entidades con las que Fernando Samper ha alcanzado un acuerdo para hacerse con el Sella. Este negocio familiar se fundó en Las Fuentes en 1963.