Esta noche, cuando llegue a la cama, fíjese en cómo duerme y sobre qué tipo de colchón lo hace. Tenga en cuenta también el tamaño, la almohada y sobre todo la postura que adopta para soñar. Si es de los que, tras tomarse el cola cao y ponerse el pijama, se repantiga a sus anchas, duerme en un colchón más duro que una piedra y le cuelgan los pies al tumbarse: peligro. Lleva el mismo camino que el casi 50% de los aragoneses, que sufren dolores de espalda frecuentes por los malos hábitos nocturnos.

La primera causa de estas dolencias reside en el estado del colchón. Este, a pesar de que el 68% de los aragoneses afirma haberlo cambiado por obligación, no debe sobrepasar los 10 años. A partir de ese tiempo comienzan a aparecer los problemas: ácaros, muelles flojos y forma de hamaca.

Además, la textura de la superficie sobre la que se debe descansar también es determinante a la hora de la relajación total del cuerpo. La mitad de habitantes de Aragón cree que, por esa razón, los colchones duros son los ideales para dormir, frente al 1% que considera que debe ser blando. Sin embargo, los expertos de Flex aconsejan que "el colchón no sea ni duro ni blando, sino de firmeza intermedia porque sino la columna flota. La dureza adecuada mejora el dolor en la cama, las molestias al levantarse y el grado de incapacidad física".

El tamaño también importa, ya que al 9% de los aragoneses se le salen los pies de la cama al dormir, y a un 29% les llegan al borde del somier. Sobre anchura también se anda escaso, ya que el 52% de las personas que duermen en pareja tienen un colchón de 135 centímetros, mientras que los que duermen solos prefieren los 90 centímetros, la medida justa. El doctor Víctor González, coordinador del Estudio Flex sobre hábitos de descanso y posturales de este año, aconseja que las medidas del colchón sean siempre "10 centímetros más largas que la longitud de la persona que duerme en él y para las parejas, 150 centímetros de ancho".

Las posturas

Sin embargo, lo que más se ha de tener en cuenta a la hora de descansar es la forma que se adopta bajo las sábanas. Aunque muchos confían en las bondades de la postura fetal, esto se debe a una creencia falsa, al igual que las que hablan de dormir sin almohada. Pero lo cierto es que los expertos aconsejan acostarse "boca arriba, como lo hace un 20% de los aragoneses o de medio lado, como el 73% --aunque es menos correcta-- y con una almohada de dureza intermedia. Nunca boca abajo, como hace el 17%". Para evitar los dolores de espalda, se recomienda "hacer ejercicio, evitar el sedentarismo y no adoptar posturas cotidianas en las que la espalda sufra".