En un sector tecnológico donde escasean las mujeres que ocupan cargos directivos, Elisa Martín Garijo es todo un referente. Desde hace ocho años, esta ingeniera de origen turolense está al frente de la innovación y la tecnología del gigante IBM en España, Portugal, Grecia e Israel, una multinacional donde va a cumplir 35 años de trayectoria. Ella lideró el equipo que puso en marcha, en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, el primer sistema de información en tiempo real para los corresponsales de prensa. Aunque casi toda su vida ha transcurrido en Madrid, no olvida su vínculo con Teruel, una tierra que sigue visitando cuando puede y que le ha abierto, asegura, muchas puertas en la vida.

-¿Cómo una matemática nacida en Teruel ha llegado a un cargo de tal responsabilidad en una multinacional como IBM?

-Los derroteros de la vida tienen estas cosas. Nací en Teruel, pero mi familia se trasladó primero a Ferrol y luego a Madrid, donde terminé estudiando matemáticas en la Complutense. Cuando acabé la carrera, me puse a trabajar en IBM, una empresa que la verdad da muchas oportunidades para crecer profesionalmente. Siempre he tirado hacia el mundo tecnológico, donde he vivido las diferentes olas que han llegado. Para mi fueron clave los juegos de Barcelona 92, cuando me dieron la oportunidad de liderar técnicamente un gran proyecto. Otro hito que me marcó fue Sidney 2000, que me hizo entrar en el concepto de la internet de las cosas. Pero los éxitos son siempre en equipo. Al final uno solo no eres nada, lo que marca la diferencia es lo que cada miembro de un equipo es capaz de conseguir en favor de un objetivo.

--¿Cuáles son los grandes retos de la compañía en España?

-Nuestra principal estrategia es cómo damos apoyo a las empresas en la transformación digital, es decir, cómo ayudar a que utilicen nuestras infraestructuras para avanzar hacia el concepto de cloud híbrido. Ahora no todo lo que tenemos en los sistemas de información puede ejecutarse en la nube pública o privada por temas de privacidad o decisiones estratégicas.

--¿Qué hacer para no perder el tren de la digitalización?

-A veces estamos más preocupados que ocupados con las tecnologías y hace falta que sea al contrario. Debemos ocuparnos en iniciar casos de uso (áreas de mejora) que permitan a las empresas ir viendo lo que significa esa transformación digital e identificar compañías que por su tecnología y conocimiento nos puedan ayudar en numerosas materias como la cadena de producción de una fábrica o la gestión de los recursos humanos.

-- Pero algunos sectores y negocios temen que las nuevas tecnología se los acaben llevando por delante...

-No debe darse una lucha contra la tecnología sino una lucha por evolucionar. El mundo es cambiante. Vivíamos de la agricultura, pasamos a la industria y ahora estamos dando el salto a la digitalitación. Hay que aprender y entender a usar las herramientas digitales, salir de nuestra zona de confort. Lo contrario significar no evolucionar.

-- ¿Percibe resistencia al cambio?

-Ocurre por la naturaleza humana. Por un lado, vivimos en una evolución constante, pero como humanos, somos resistentes al cambio. En la resolución de esa paradoja es donde se nota el liderazgo, donde nacen las empresas y personas líderes que son capaces de afrontar la transformación de una empresa y hacerla más competitiva.

-- De todas las tecnologías que hay en boga, ¿cuál cree que es más trascendental?

-Quien va a cambiar el mundo que hoy conocemos somos las personas y los equipos que utilicen la tecnología. La más útil para hacer ese cambio es la inteligencia artificial, que está abriendo una nueva era. Sus técnicas y la manera de aplicarlas a los procesos de nuestras empresas en el día a día van a marcar la diferencia. Pero para que la inteligencia artificial sea bien utilizada y aprovechada hacen falta otras tecnologías, como la internet de las cosas, que nos alimenta de datos; el blockchain, que nos permite realizar transacciones de negocios entre diferentes empresas de forma confiable y segura. Por otro lado, tenemos que cuidar los modelos de computación, para que sean capaces de dar soporte a la evolución de los sistemas de información. La seguridad es otro concepto que debe impregnar el mundo digital.

--¿Para qué puede ser útil la inteligencia artificial?

-Tiene mucho que ver con la gestión del conocimiento, si lo ponemos a favor de la relación con el cliente o el mantenimiento de infraestructuras de, por ejemplo, una planta energética o de una ciudad. Tenemos mucha información digitalizada, pero hasta hace unos años los sistemas de información no eran capaces de leer el contenido de los documentos, solo de almacenarlos. Ahora, a través de las técnicas de procesamiento del lenguaje, sí se puede. Esto lo cambia todo.

--¿Cómo está España en el desarrollo de ‘smart cities’?

-Somos uno de los países donde más ha calado este concepto gracias a que la administración pública lleva varios años lanzando programas en colaboración con los ayuntamientos para programas de smart cities (ciudades inteligentes), que se han ido financiado a través del Red.es. IBM trabaja de manera muy directa con varios proyectos en Madrid, Barcelona o Málaga.

--Pocas mujeres llegan cargos directivos en el sector tecnológico, ¿cómo cambiar esta inercia?

-Hay tres cosas importantes que se puede hacer. Una, dar visibilidad a las mujeres que estamos trabajando en ciencias o tecnologías, porque las hay y con mucha experiencia, pero hasta ahora no había interés mediático y a otros niveles, lo que hacía que nuestro trabajo pasara desapercibido. Segundo, las personas que estamos que en este área tenemos que mentorizar a las chicas que se quieran dedicarse a la ciencia y tecnología, porque existen pocas vocaciones femeninas en este campo profesional. Y en tercer lugar, avanzar en igualdad de oportunidades en las empresas. Una de las cosas que nos ayudaría es que las bajas de maternidad sean iguales para padres y madres. En esta cuestión también ayuda el cambio cultural que se está produciendo.