"Se supone que se trataba de un registro público, aunque lo gestione una empresa privada. Pero apuntarnos a este registro de la DGA nos ha supuesto 31,38 euros, ya que hemos tenido que pedir información de los dos miembros del matrimonio más la de nuestro hijo de 18 años. Pensaba que con la información que proporciona el catastro iba a ser suficiente, pero no ha sido así. Además, creía que las tasas y las pólizas estaban ya prácticamente desaparecidas de la Administración". Este testimonio de Esteban, un zaragozano que todavía se encuentra en el proceso de tramitación, es uno de los miles que han mostrado su rechazo por el pago obligatorio al Registro de la Propiedad.

Aunque no se ha facilitado el porcentaje de los solicitantes casados y con hijos, para poder establecer así la cifra exacta que hasta el momento se ha pagado al Ministerio de Justicia para obtener los certificados inmobiliarios, el último registro realizado por el ayuntamiento para el sorteo que se celebró en mayo para la venta de VPO, sólo el 10% certificó que estaba casado; el 0,15% tener pareja de hecho; el 1,15%, pareja estable y el 83% afirmaba estar soltero. Se da la circunstancia de que en las solicitudes de VPO, las parejas de jóvenes --aun con intención de casarse-- se inscriben por separado para obtener más posibilidades a la hora de que se produzca un sorteo.