La Policía detuvo en la madrugada de ayer a Salvador B. G., de 55 años, tras atrincherarse durante más de tres horas en su domicilio de Delicias, impidiendo el acceso de su esposa, la camerunesa Rachel E., de 29 años, y donde retenía a su hijo de ocho años, mientras amenazaba con suicidarse. La mujer regresó del baile --en el barrio están en fiestas-- y se encontró con los hechos, motivados, al parecer, por los celos.

Tras varias horas de tensión, sobre todo de la madre, dos agentes accedieron a la vivienda, un cuarto piso del número 26 de la calle Andrés Vicente, a través de una ventana de la fachada y arrestaron al hombre, que fue ingresado en estado semiinconsciente en el Clínico por la ingestión de barbitúricos y otros medicamentos. El niño fue rescatado ileso.

La expectación en la calle fue creciendo conforme pasaban las horas, temiéndose por la integridad del niño. Al lugar acudieron varias dotaciones de la Policía Nacional y del Cuerpo de Bomberos.

SOFAS TRAS LA PUERTA Los hechos comenzaron alrededor de la medianoche, cuando Rachel pidió ayuda a los vecinos del edificio ante la negativa de su marido a abrirle la puerta. "La mujer sólo pensaba en su hijo y temía por la vida del niño", afirmaban ayer algunos de los testigos, que aseguraron que el hombre estaba "fuera de sí y gritaba que se iba a matar y que su mujer sólo se había casado con él por los papeles". Las acusaciones verbales entre la pareja fueron mutuas, según algunos testigos.

El detenido colocó sofás y muebles a modo de barricada en la puerta de entrada y en la del dormitorio y los vecinos decidieron llamar a la Policía. Los agentes conversaron a través de una ventana del patio interior con el marido, invitándole a soltar al niño. Sin embargo, el atrincherado se limitó a asegurar que el menor se encontraba "bien y durmiendo".

Ante la imposibilidad de negociar , los agentes llamaron a los bomberos, quienes instalaron colchones hinchables tanto en la escalera interior como en el patio de luces por si el hombre decidía tirarse, y subieron a los policías con una escalera hasta el balcón. Una vez dentro, sacaron al pequeño, que dormía y no había sufrido ningún daño, y detuvieron al padre, que se encontraba semiinconsciente, tumbado en el suelo del salón.

El detenido, que salió esposado del edificio, fue trasladado a Urgencias del Clínico para ser sometido a un lavado de estómago, en donde ayer permanecía ingresado fuera de peligro y bajo custodia policial, ya que, según Efe , cuenta con denuncias por amenazas graves y malos tratos en el ámbito familiar interpuestas por la madre del niño.

Una vez que reciba el alta médica, será trasladado a las dependencias policiales para prestar declaración y pasará a disposición judicial. La madre y el hijo se encuentran en un centro de acogida.

Según los vecinos, la pareja llevaba menos de dos meses residiendo en la vivienda que, según algunas fuentes, estaría a nombre de los dos miembros del matrimonio.