La Guardia Civil se incautó este martes durante el registro de un vehículo de un total de 2.500 cajetillas de tabaco de contrabando, valoradas en 10.375 euros aproximadamente. Esta mercancía la trataba de introducir un hombre de 48 años en Zaragoza desde Andorra, informa Efe.

Sobre las diez de la noche, los agentes procedieron a la identificación de un automóvil al observar que en la parte posterior del habitáculo se encontraban varios bultos de grandes dimensiones que les infundieron sospechas.

Estos paquetes se encontraban guardados en el interior de ocho cajas de embalaje que, a su vez, se alojaban entre los asientos posteriores y delanteros del coche. De la misma forma, se percataron de que en el maletero se hallaban otros seis bultos de similares características, así como cincuenta cartones de tabaco sueltos.

Durante la inspección, realizada en una vía de comunicación cercana a la capital aragonesa, los efectivos descubrieron que las cajetillas no contaban con los precintos fiscales que acreditan el pago correspondiente del impuesto en España.

En ese momento, los miembros del Núcleo de Reserva del instituto armado de Zaragoza le pidieron al conductor, de nacionalidad andorrana, que mostrase algún documento que acreditase el pago de este tributo.

El conductor y único ocupante del turismo, al no disponer de ningún comprobante que demostrara el abono del impuesto, fue denunciado por una infracción de contrabando, mientras que las 2.500 cajetillas que transportaba fueron aprehendidas por los agentes.