Patrick Marchand, compañero de la mujer que murió aplastada por una roca en el valle de Ossau la pasada semana, manifestó ayer a los medios de comunicación galos que trató de liberar a la víctima. "Intenté apartar la roca de 300 kilos pero no conseguí hacerlo", explicó el conductor del vehículo sobre el que se precipitó la gran piedra. "Fue una fatalidad. Habíamos salido a dar una vuelta y en ese momento...", dijo sin poder terminar la frase, roto por el dolor. "Oí caer piedras pequeñas y, de repente, un ruido enorme, un ruido horrible", declaró. La fuerza del impacto desplazó su vehículo contra la cuneta del otro lado, sobre un precipicio. La víctima sufrió una parada cardiaca y los servicios de emergencia no pudieron salvarle la vida.