La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) dio por terminado ayer el servicio de abastecimiento alternativo mediante cisternas a la Puebla de Castro, gracias a que la situación del embalse de Barasona permite volver a captar agua en la cota donde se encuentra la toma para el pueblo.

El organismo de cuenca señaló ayer que ha cubierto en todo momento el abastecimiento y que asumió la medida alternativa, cuando al acabar el último año hidrológico y la campaña de riego, la situación del embalse, aunque suficiente en volumen de agua, no permitía abastecer al municipio por la altura en la que se encuentra la toma.

Como en otras zonas de la cuenca del Ebro, la CHE ha realizado una gestión de las reservas ajustada a la falta de pluviometría que en algunas subcuencas han generado restricciones en el regadío. En el caso del sistema del canal de Aragón y Cataluña, las reservas de San Salvador y Barasona han permitido cubrir sus demandas y ha reducido la necesidad de intervención para paliar la situación del municipio de La Puebla de Castro a una acción puntual durante estas semanas de octubre.

COTA MEDIA

El abastecimiento de la localidad depende de una toma ubicada a una cota media del embalse, lo que no permite aprovechar al máximo las reservas de esta infraestructura para cubrir la demanda de agua de boca. Por ello, en periodos secos la toma queda por encima del agua embalsada.

La CHE está trabajando para evitar esta situación y ya se encuentra en fase de adjudicación la obra de captación y bombeo del embalse de Barasona para la mejora de la gestión de esta infraestructura.

La nueva toma funcionará antes de que esta situación se pueda volver a repetir, el próximo verano, cuando se realizan los mayores consumos en el sistema.

Barasona se encuentra a un tercio de su capacidad y alcanza la cota 437, lo que garantiza el abastecimiento desde la toma actual, según la CHE, que recibió fuertes críticas de los afectados cuando fue necesario emplear camiones cisterna para llevar agua.

El pasado verano, de hecho, la alcaldesa de La Puebla de Castro acusó a al confederación de dar prioridad a los regadíos en detrimento del suministro de agua de boca a las localidades situadas junto al embalse de Barasona.

Desde el inicio de la pasada campaña de riego se han adoptado medidas de gestión dirigidas a un máximo ahorro de las reservas de agua en la cuenca, en especial en los embalses de la cabecera del Ebro, en una mala situación por la falta de lluvias.

Estas medidas, consensuadas en las juntas de explotación de subcuencas (órganos colegiados en los que están representados los usuarios), consistieron en la disposición de un 25% menos de agua para riego respecto a un año normal, para los regantes del embalse del Ebro (canales Imperial, Tauste y Lodosa) y de un 35% menos para los regantes de los embalses riojanos y en el caso de Mansilla, a partir del 1 de septiembre las salidas se redujeron a dos metros cúbicos por segundo.

Además, con el objetivo de mantener el necesario caudal en el eje del Ebro, se realizaron aportaciones excepcionales entre mayo y septiembre desde el embalse de La Loteta (Zaragoza) al canal Imperial (aproximadamente 13 hectómetros cúbicos); desde el sistema Yesa-Itoiz (40) y desde Alloz (entre 10-15), estos últimos en Navarra. También se hizo una aportación adicional, en este caso a la cuenca del Jiloca, a petición de las comunidades de regantes.