El futuro de las escuelas infantiles preocupa a las familias y también al personal que trabaja en estos centros municipales. Porque son unas 250 personas las que están vinculadas de forma directa o indirecta a su funcionamiento y que podrían verse afectadas por un cambio de manos en la gestión. Son, en concreto, un centenar las que pertenecen a la plantilla del centro educativo, las que se ocupan de la formación y cuidado de los niños de 0 a 3 años, así como de la gestión y funcionamiento en el día a día, y otras 150 las que están en algunas de las empresas que trabajan para estas escuelas, por ejemplo en la limpieza o en la preparación de comidas. ¿Sufrirán algún cambio a partir de septiembre? Esa es la pregunta que se hacen y a la que la Administración no les da respuesta todavía.