El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sacará a concurso en los próximos meses dos nuevos conjuntos de obras en La Almunia de Doña Godina, relacionadas con el embalse de Mularroya, que se licitarán en su conjunto por más de 2,6 millones de euros y que incluyen tanto infraestructuras complementarias del propio embalse como obras compensatorias por las afecciones medioambientales que causa su construcción.

En cuanto a las primeras, el ministerio las valora inicialmente en 1.712.294 euros sin IVA, en un solo lote que incluye la reposición de obra civil de líneas telefónicas de fibra óptica que quedarán inundadas por el embalse; el tratamiento de la taludes de la variante de la N-II, para garantizar su sostenimiento y estabilidad; la mejora en el trazado y el firme del acceso número 2 a la Casa de Administración, el único en caso de emergencia en la presa y el amojonamiento de la superficie expropiada y el vallado de perímetros, con malla simple y puertas de acceso.

Se trata de cuatro de las actuaciones más urgentes de las que no están incluidas en el proyecto principal del pantano, pero que son necesarias para poner en funcionamiento lo antes posible algunas partes de la obra.

El segundo de los lotes que licitará Transición Ecológica tiene que ver con las obras compensatorias de carácter medioambiental, siguiendo las líneas de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que actualmente rige el proyecto del embalse.

NUEVA ZEPA

En este caso el valor estimado del lote es de 918.370 euros, que incluyen cinco actuaciones medioambientales: la construcción de un cebadero para especies rapaces; los estudios y tramitación de una nueva ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) para reponer el hábitat perdido por el embalse; la construcción de cuatro charcas naturalizadas para la alimentación de quirópteros (murciélagos); y la protección de cuevas mediante su vallado y control de acceso y el seguimiento de las medidas de protección de aves.

Estas actuaciones entran dentro de lo marcado por la nueva DIA que el ministerio tuvo que sacar adelante hace cinco años, después de que el Tribunal Supremo acabase tumbando en el 2009 la anterior, entre otras cosas por la ubicación del embalse en la ZEPA_Desfiladeros del Jalón, especialmente protegida dentro de la Red Natura 2000. De hecho el Supremo paralizó las obras en el 2013, pero el Gobierno las blindó con la declaración del proyecto como de interés general, y estas han continuado adelante, para disgusto de diversos grupos ecologistas y alegría de los regantes y un buen número de alcaldes de la zona, que sí ven el proyecto con buenos ojos.

Las quejas no solo llegan por la afección medioambiental sino por la seguridad, y de hecho hace dos años un informe de un grupo de geólogos de la Universidad de Zaragoza alertaba del riesgo de terremotos de magnitud entre 6,2 y 6,8 en la escala Richter. Pero la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) siempre ha negado este riesgo, y de hecho los impulsores del proyecto argumentan justo lo contrario, que lo peligroso sería dejar la zona tal y como está, con las obras sin rematar, aunque están muy avanzadas.

Fuentes de la CHE recordaron que las obras que próximamente se licitarán prolongan las compensatorias que ya se han venido realizando en virtud de la nueva DIA del proyecto.

Entre ellas figuran diversas medidas para la protección de la fauna de la zona, como los censos de murciélagos (que se realizan desde el 2008), el cerramiento de algunas zonas donde estos crían, como la Sima del Árbol, Lugar de Interés Comunitario, o el marcaje de ejemplares de azor perdicero, ave que anida en la zona.

A esto se añaden los convenios para la protección de líneas eléctricas, para evitar que los animales se electrocuten. Durante este año se está ejecutando la adaptación de hasta 130 de ellas, tanto en las tres provincias aragonesas como en Castilla-La Mancha, por cerca de 10 millones de euros.