Un singular ciprés de ocho metros, que estaba seco, se ha transformado en una obra escultórica de ocho metros de altura a raíz de una intervención efectuada por el artista español Mario Molins, que ha plasmado su particular visión de la "catarsis" en este emblemático árbol del Parque Grande de Zaragoza.

La obra se concibe como una "purificación" o una "transformación" de aquello que había muerto en otra forma de vida, en este caso, en arte, ha explicado en declaraciones a los periodistas el escultor oscense durante el acto de presentación de esta escultura, que desde hoy se puede contemplar en el interior de este parque, llamado "José Antonio Labordeta".

Lo que ha tratado Molins con esta obra es de revitalizar este árbol a través de la intervención artística en el tronco, que mide ocho metros de altura y un metro de grosor, e incluso hacerle "crecer" a través de una rama del propio árbol que fundió en bronce y que colocó de nuevo en su tronco, como un símbolo de perennidad.

Según ha explicado, la parte baja de la obra está quemada para acentuar la salida del árbol de la tierra, ha explicado el artista que lo que ha tratado es de recrear con esta obra un "elogio a la vida natural".

Esta obra, que es la más grande que ha realizado el artista hasta el momento, forma parte de una exposición, titulada "Catharsis" que acogió el Aula de la Naturaleza del Parque hasta este mes de junio y que estaba integrada por 23 obras del artista aragonés.

Mario Molins ha empleado también el soplete para matizar y contrastar esas formas que empiezan oscuras y terminan hacia arriba del color natural de la madera del ciprés.

La escultura del parque se concibe como un brote vegetal gigante que dialoga con la vegetación circundante de una forma diferente a como lo hacía el ciprés en vida.

"Ahora, los surcos rítmicos y giratorios hechos por Mario Molins tienen otro color y otras formas. Metáfora de una nueva vida, la vida del arte", ha subrayado el comisario de la exposición 'Catharsis', Ricardo García Prats.

Por su parte, el consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, ha afirmado que esta iniciativa tiene como objetivo recuperar los árboles que fallecen que hasta ahora se talaban, con el fin de que perduren en el tiempo, una iniciativa que el Consistorio plantea trasladar a otros lugares.