El Gobierno de Aragón ha movilizado a 40 auxiliares de Educación Especial para trabajar en la residencia de Casetas, una de las cinco que se han abierto en los últimos días en Aragón (esta se abre este sábado) para cuidar de los ancianos diagnosticados de coronavirus pero que no requieren hospitalización.

Según han explicado fuentes del Ejecutivo, los auxiliares habían quedado sin atribución tras el cierre de centros de educación especial u ocupacionales. El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) había solicitado refuerzos, y ha recibido esta lista de 40 nombres. Ahora, estos recibirán formación y pautas para el trabajo, además de material, ya que el centro estará "bien dotado" en cuando a medidas de protección, según la DGA. Se unirán a los 16 auxiliares con formación sanitaria que han sido destinados al centro, y a medida que se incorporar más, los educadores especiales podrán ser derivados a otros servicios.

El Gobierno de Aragón comienza a aplicar así el decreto que ponía a disposición todo el presupuesto de la comunidad para la lucha contra la pandemia, y permitía destinar el personal en comisión forzosa a reforzar servicios con problemas de personal. De hecho, también se han reforzado los servicios administrativos de Economía ante la avalancha de ERTE, han informado las mismas fuentes.