El proyecto de Mularroya es otra de las actuaciones hidráulicas largamente demandadas en Aragón y cuya tramitación lleva décadas. De hecho, la obra empezó a diseñarse cuando se trabajaba también en la elaboración de la autovía de Madrid. Incluso este último proyecto se modificó para no perjudicar a la futura presa de Mularroya. Hace más de diez años que se inauguró esa carretera.

El embalse tendrá un coste de unos 165,2 millones de euros y una capacidad de algo más de 100 hectómetros cúbicos. Su construcción exige un azud de derivación en el Jalón y un túnel de trasvase para llevar agua de dicho río al embalse, ubicado sobre el cauce del Grío.

El proyecto recibió más de 700 alegaciones, algo que llamó poderosamente la atención al no ser una actuación contestada. Sin embargo, según diversas fuentes, dichas alegaciones aludían sobre todo al coste de las futuras expropiaciones (algo que no se puede resolver en ese trámite) y al impacto ambiental.

Ninguna organización ecologista ni de afectados ha rechazado este proyecto.