La zona próxima a la plaza de Santo Domingo, en el Coso Bajo de Huesca, donde se realizan las obras de reurbanización presenta indicios de que se pueden hallar restos arqueológicos antiguos. Los arqueólogos Julia Justes y Fernando Baras están a pie de obra estos días por si la apertura de zanjas debido a las obras de reurbanización sacase a la luz algún material. «Algo muy probable tratándose de un zona muy interesante arquelógicamente hablando», dijo Justes. «Ese triángulo del sureste de la ciudad romana está aportando muchas novedades a la Osca Romana y la aparición del teatro en ese entorno, de una serie de conducciones o el gran capitel son indicios que nos están diciendo que era una zona monumental, que había edificios públicos de cierta entidad y, donde hay uno, hay más», añadió.

La Ley de Patrimonio del 1999 establece que siempre que hay obras en zonas protegidas de los cascos históricos un arqueólogo debe estar allí. «Puede haber un elemento muy singular que requiera que se amplíe la obra o que se paralizase», dijo. Los trabajos cuentan con un plazo de ejecución de 9 meses.