Una fuerte granizada ha vuelto a cebarse con los campos aragoneses. Esta vez, y después de las tormentas de las últimas semanas, las zonas más afectadas han sido la de sierra de Guara y el Bajo Cinca, donde la piedra arrasó con parte de las cosechas.

Las tormentas, cortas de pero de gran intensidad, han generado pequeños daños materiales en tejados, ventanas y coches. En la sierra de Guara las bolas de hielo se han acumulado en terrazas y patio y en apenas 20 minutos acabaron cubiertas por un manto blanco.

Las localidades de Rediquero y Alquézar han sido las más afectadas. Tan solo han hecho falta diez minutos para desatar el caos con alguna calle inundad y con los campos de la zona dañados. Este miércoles se valoraran los destrozos causados de los olivos, aunque ayer eran muchas las olivas que se amontonaban en el suelo tras la tormenta.

Este mes está siendo especialmente duro con el campo, pues ha habido varias granizadas que se han repetido en escasos días. Es lo que ha sucedido en el Bajo Cinca, donde los vecinos de Fraga, Zaidín y Belver de Cinca han tenido que refugiarse para protegerse de la tormenta de agua y granizo que en cuestión de minutos ha generado graves destrozos en esta comarca repleta de frutales .

Las tormentas y el granizo están golpeando con especial virulencia este año al campo aragonés. El pedrisco ya ha dañado unas 30.000 hectáreas de fruta, viña y cereal a las que habrá que sufrir los destrozos que ocasionó ayer en sierra de Guara y el Bajo Cinca. Estas cifras son bastante inusuales en esta época del año teniendo en cuenta que la temporada de tormentas puede alargarse hasta septiembre.

En total, en lo que va de año los agricultores han remitido a Agroseguro daños en más de 49.620 hectáreas. En más de la mitad el causante ha sido el granizo y en 5.000 de esas hectáreas son las fuertes lluvias las que están detrás de los partes de reclamación tramitados.