El profesor emérito, exdiputado de Unidas Podemos y activista zaragozano Pedro Arrojo será el nuevo Relator Especial para los derechos humanos el agua potable y el saneamiento de la ONU. El cargo, que depende del Consejo de los Derechos Humanos de la institución tiene su sede en Ginebra. Entre las labores que tendrá que desempeñar destacan el «clarificar y afrontar los riesgos para la ciudadanía derivados del cambio climático en curso y de pandemias como la que sufrimos hoy con el covid», así como «afrontar los riesgos e impactos sobre el derecho humano al agua potable derivados de la contaminación tóxica y de la quiebra de la sostenibilidad ambiental de nuestros ríos, lagos humedales y acuíferos».

El cargo, que se confirmó este miércoles, no es remunerado, y ha sido seleccionado por una comisión de diplomáticos que ha analizado una veintena de candidaturas. Arrojo presentó su candidatura personal tras aceptar una propuesta que le hicieron los movimientos sociales y sindicatos que se coordinan en la Red de Agua Pública (RAP). Durante el proceso ha recibido apoyos sumamente significativos y potentes como los de la coordinadora estatal de oenegés, la Federación Europea de Servicios Públicos (EPSU), una entidad con ocho millones de trabajadores; la Internacional de Servicios Públicos (FSI), con 20 millones trabajadores de 700 sindicatos a nivel mundial; el presidente de la Fundación Cultura de Paz y Director General de UNESCO durante 12 años, Federico Mayor Zaragoza o la dirigente del Consejo de Canadienses y asesora para temas de agua de la ONU, Maude Barlow, entre otros.

PREMIO GOLDMAN / Arrojo, que ha sido fundador de Nueva Cultura del Agua, promotor de muchas de la movilizaciones contra el trasvase del Ebro y el primer español en recibir el Premio Goldman de Medioambiente, se desvinculó de Podemos tras su salida del Congreso de los Diputados.

Arrojo destacó que en los próximos tres años (es el periodo para el que ha sido elegido, aunque puede ser ampliado por otros tres) deberá avanzar también en hacer efectiva la participación de las mujeres en proyectos de agua y saneamiento, en coherencia con la visión de género que promueve ONU Mujeres, especialmente en comunidades vulnerables del medio rural. Igualmente habla de «avanzar en la defensa efectiva de la seguridad de los defensores del medioambiente y de los derechos humanos en el mundo» o de «prevenir, desde la participación ciudadana y la transparencia, los riesgos derivados de hacer del agua un negocio».

El proceso de selección que ha superado el zaragozano ha sido dirigido y evaluada por un comité de diplomáticos del Consejo de Derechos Humanos formado por representantes de China, Eslovenia, España, Chad y Méjico (el representante español, no obstante, no pudo votar, tal y como establecen las reglas vigentes, para no favorecer candidatos del propio país).

Este grupo designo una terna con orden priorizado (con Arrojo en primer lugar) que fue presentada ante la presidencia, que finalmente ha decidido el nombramiento. Como mínimo, el profesor zaragozano deberá elaborar dos informes anuales sobre el cumplimiento de su mandato y realizar dos visitas a zonas especialmente delicadas en el acceso al agua potable. Uno de sus primeros destinos tendrá que ver, seguramente, con la situación en la que viven las comunidades indígenas.

El cargo ha estado durante seis años en manos de la portuguesa Catarina Albuquerque y del brasileño Leo Heller. «Será pues un reto para mi dar continuidad al excelente trabajo realizado por ambos», afirmó Arrojo. Para comenzar con su tarea ha prometido «coordinación» y dar continuidad a la labor que están realizando.