La cofradía de La Piedad abrirá el concurso de exaltación de instrumentos de esta Semana Santa. Cita obligada para los amantes del tambor, no sólo de Zaragoza, sino también de otras localidades de Aragón e incluso de fuera de ella. La esmerada organización y el alto nivel exhibido por las diversas cuadrillas hacen que sea, hoy en día, un auténtico muestrario de lo que se está trabajando en las secciones de instrumentos. Se celebrará el próximo 7 de abril, a las 10:00 horas, en el Pabellón Príncipe Felipe.
El orden será el siguiente:
1)Piedad
2)Huerto
3)Almasora
4)Calvario
5)Verónica
6)Nazareno
7)Humildad
8)Coronación
9)Eucaristía
10)Exaltación
La segunda parte la harán
1)Descendimiento
2)Entrada
3)Cristo yacente Alagón
4)Dolorosa
5)Prendimiento
6)Columna (que ganó el año pasado)
Comenzó a celebrarse en el año 1973 en la modalidad única de concurso, pasando por diversas etapas en las que se optaba por esta opción o por la exaltación. Por fin, desde 1992 hasta hoy, se estableció la coexistencia del concurso y la exaltación, decidiendo cada cofradía libremente la modalidad en la que desea participar. Este año disfrutaremos con los toques de catorce cofradías en exaltación y del mismo número en concurso.
Por otro lado, también se ha sorteado el orden de la XXVI Exaltación Infantil de los Instrumentos Tradicionales de la Semana Santa, que se celebrará el sábado 6 de abril, a las 17.00 horas en el Pabellón Príncipe Felipe. El orden será el siguiente:
1)Exaltación
2)Llegada
3)Resucitado
4)Entrada
5)Eucaristía
6)Humildad
7) Coronación
8) Prendimiento
9) Ecce Homo
10)Huerto
11)Columna
12)Negaciones
13)Humillación
14)Verónica
15)Descendimiento
16)Siete Palabras
17)Dolorosa
18)Nazareno
19)Calvario
20)Piedad
En este entrañable acto participan más de setecientos niños de veintiuna cofradías de Zaragoza. Llenos de ilusión y, al mismo tiempo, hechos un manojo de nervios presentan ante el numeroso público asistente el fruto de su trabajo y su esfuerzo, el resultado de tantos ensayos que han realizado. Su sonrisa de satisfacción al terminar deja claro que el futuro del tambor y el bombo está asegurado en Zaragoza.
