Las medidas barajadas por el Ayuntamiento de Zaragoza para facilitar el tráfico en la plaza España y frenar los atascos que pueden producirse con la próxima entrada en servicio del aparcamiento subterráneo del Tubo perjudicarán de lleno a las decenas de miles de peatones que atraviesan la zona a diario. Además del recorte de aceras, que será la obra más visible, el paquete de propuestas en estudio incluye el traslado de pasos de cebra muy transitados y la supresión de la práctica totalidad de la paradas del bus en la plaza y en la línea del Coso que va del teatro Principal a la FNAC.

La reforma de Independencia y plaza España concluida hace casi dos años redujo carriles para minimizar el paso de vehículos privados, pero las horas punta todavía atraen a gran cantidad de tráfico que entorpece la marcha de los buses .

Excepto cortes esporádicos del paseo en días festivos, la paulatina restricción de circulación rodada prevista para la zona no se ha aplicado y el espacio disponible para coches, que es ya es muy justo, será insuficiente cuando dentro de un mes abra sus rampas el nuevo párking.

Este aparcamiento, para 300 coches, debía tener su entrada por la calle Cuatro de Agosto, ahora peatonal, y salida por plaza España; el cierre al tráfico de la calle Alfonso obligó a cambiar de planes y las bocas se diseñaron de nuevo en el paseo Independencia, a la altura de McDonalds y de Sephora; la ampliación de aceras en la reforma de esta vía y la aparición de los restos del arrabal musulmán también descartó esta opción, y en última instancia el ayuntamiento aprobó la única solución que parecía posible: entrada y salida por la plaza, delante del edificio del nuevo Tubo.

La asociación de empresarios del Sector Don Jaime y Plaza España ya advirtió que esa situación acarrearía problemas circulatorios. El propio servicio municipal de tráfico puso pegas a los nuevos accesos y ahora, a punto de inaugurarse, se valoran propuestas de técnicos, sindicatos, taxistas y conductores del bus .

Según el concejal de Movilidad Urbana, Jesús Sarría, lo que se va a hacer aún no está decidido; sí parece seguro, sin embargo, el recorte de aceras en la plaza, que pretende acabar con los problemas de giro que padecen los autobuses públicos.

La reducción afectará al lado del Banco de España y de la Diputación Provincial, así como a la esquina del Banco Zaragozano con Don Jaime. Con esta última obra se ganará longitud en el carril de ingreso en el aparcamiento del Tubo.

El espacio central de la rotonda no se tocará; en opinión del servicio técnico de Movilidad Urbana, reducirlo no serviría para nada, puesto que el nuevo carril que se ganaría sería utilizado únicamente por los coches que suben desde el Coso a Independencia, y estos son muy pocos.

Lo que sí se propone es dejar a los peatones sin el nuevo paso de cebra que se iba a pintar justo enfrente de la entrada del nuevo centro comercial del Tubo, y trasladar también los dos de más uso en la zona: el del Banco de España y el de La Joyita. En su lugar se propone un juego de dobles pasos a través de las isletas triangulares ya existentes en la plaza, que habría que ampliar.

La operación se completaría limpiando la plaza y sus aledaños inmediatos de paradas del bus. Así, se trasladarían las del 30 y el 40 en la misma plaza España; se suprimirían las del 32 y 38 ante el Teatro Principal, y la del 22, 45 y 29 se desplazarían a otro tramo del Coso.