Apenas quedaban por nombrar una decena de puestos en la nueva cúpula del PP, que presidirá Pablo Casado, y ayer se resolvieron las dudas con un resultado más que satisfactorio para la dirección del partido en Aragón, que consiguió incluir a otros tres nombres en la ejecutiva nacional del partido. Un 30% de las incógnitas que faltaban por despejar. De este modo, a los nombres ya conocidos de Luis María Beamonte, Javier Campoy, Emma Buj (estos dos se estrenaron ayer en la primera reunión y Pedro Navarro, se le unirán otros tres: Mario Garcés, Fernando Ledesma y José Antonio Lagüens.

De especial relevancia es el nombramiento de Mario Garcés, exsecretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad y principal valedor de Casado en Aragón. El jacetano ocupará la secretaría de Programas, en el área de la vicesecretaría de Andrea Levi. Fernando Ledesma, diputado en las Cortes de Aragón por Zaragoza, será el secretario de la Oficina del Defensor del Afiliado, mientras que el presidente de los populares oscenses y alcalde de Graus, José Antonio Lagüens, será miembro del Comité de Derechos y Garantías del partido.

De este modo, seis aragoneses formarán parte de la comisión ejecutiva nacional, máximo órgano de dirección del partido. Una cifra nunca vista antes y que confirma que la dirección actual del PP aragonés, liderada por Luis María Beamonte, sale reforzada exponencialmente. De este modo, y tras apoyar inicialmente a Dolores de Cospedal, Beamonte ha sabido negociar con el nuevo presidente y ha logrado que en los acuerdos por los distintos puestos, Aragón haya tenido una presencia notable en la dirección. Eso sí, no ha habido lugar a la inclusión de ningún miembro de los que apoyaban a Soraya Sáenz de Santamaría, que aunque fue la más votada inicialmente por los militantes a nivel estatal (no así en Aragón), no tiene representación en la cúpula del nuevo PP.

De este modo, el PP aragonés tiene a dos de sus presidentes provinciales en la ejecutiva (el oscense y el zaragozano) y una de las personas que en Teruel gozan de más proyección en el seno de las filas conservadoras, como es el caso de la alcaldesa de la capital. Asimismo, se incorpora un diputado autonómico que tiene a su vez responsabilidades orgánicas a nivel autonómico y que goza de la confianza de Beamonte en las Cortes de Aragón.

Una vez designados los órganos de dirección, los populares aragoneses cierran cualquier posible fractura y se ratifica el puesto de Beamonte como candidato a la presidencia de la DGA.